“Seguridad Social en un modelo de crecimiento con inclusión social”

El 4 de agosto, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, la Fundación Friedrich Ebert, el IADE y el Grupo de Trabajo CLACSO Seguridad Social y Sistema de Pensiones organizaron el Tercer Encuentro: “El desafío social en tiempos de pandemia. ¿Cambios estructurales en los regímenes de bienestar?” Los ponentes fueron: Fernanda Raverta, Directora Ejecutiva de la ANSES de la Argentina. Simone Cecchini, Oficial a cargo División de Desarrollo Social de la CEPAL. Karina Batthyány, Secretaría Ejecutiva de CLACSO. Svenja Blanke, Representante Argentina FES y Directora de la revista «Nueva Sociedad». Moderó: Nicolás Dvoskin, Instituto Argentino para el Desarrollo Económico.

Fernanda Raverta expuso acerca del sistema de seguridad social en su país en la actualidad y recordó ciertas políticas del pasado.

“Para caracterizar el sistema de Seguridad Social en la Argentina y, en este tiempo, ponerlo en valor –sostuvo Raverta–, recordemos que tiene una historia con por lo menos dos grandes hitos. Uno que tiene que ver con haber puesto en pie de igualdad a los chicos y a las chicas de la Argentina, aquellos hijos e hijas de trabajadores asalariados con aquellos hijos e hijas de trabajadores sin trabajo. Y esto tiene que ver con una medida que se tomó hace más de 10 años, cuando la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner estableció, a partir de la firma de un decreto, la asignación universal por hijo, posteriormente incluida también la asignación por embarazo. Esto pone en pie de igualdad a los chicos y las chicas argentinas de padres con trabajo con los chicos y las chicas de padres sin trabajo, porque hay una asignación familiar que también instrumentó este organismo que tiene que ver con el salario familiar de los trabajadores. Y esto no es menor: en la Argentina hay más de 2 millones y medio de titulares de la asignación universal y unos dos millones de asignaciones familiares, que hacen que en la Argentina –al menos en lo que tiene que ver con las prestaciones de carácter alimentario para aquellos chicos a partir del tercer mes de gestación hasta los 18 años de edad– estén contemplados y vinculados con el Estado a partir de una prestación de transferencia de dinero que, de alguna manera, pone un punto de partida en el análisis de la Seguridad Social. Obviamente estas cuestiones que voy señalando caracterizaran un tiempo y un recorrido para cada una de estas prestaciones en un modelo económico de crecimiento económico con inclusión social, un modelo donde el trabajo y la producción están en el centro de la escena, y no un modelo económico donde la especulación financiera termina ordenando las decisiones macroeconómicas. Tienen distinto alcance estas políticas. Pero lo que sí se tiene que decir es que partimos de pensar que en la Argentina los chicos y las chicas de los hijos de las familias argentinas tienen un vínculo con la Seguridad Social a través de un derecho que es la asignación universal por hijo o la asignación familiar. También decir que durante el Gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner se incluyó a aquellas personas que tienen más de 60 años en el caso de las mujeres y 65 años en el caso de los varones que, sobre todo en momentos donde el modelo económico hizo que la Argentina no cumpliera con esta premisa que decíamos del crecimiento económico y la inclusión social, no tuvieran sus aportes y quedaran desprotegidos en materia de Seguridad Social y de nuestro sistema previsional. La decisión de incluir a más del 98% de las personas que están en edad de jubilarse y que no hubieran podido por una cuestión de requisitos, básicamente por cuestiones que son ajenas a esos hombres y mujeres que fue que no tuvieran empleadores que pagaran sus aportes mientras estuvieran trabajando, puso de alguna manera también ese punto de partida de la Seguridad Social que hoy nos se encuentra atravesando esta pandemia, que es sin ninguna duda un piso de derechos para los menores de 18 y los mayores de 60 y 65.”