Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social

 Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social

Organizada por UNRISD, el Gobierno de Chile, ECLAC, ILO, ONU Mujeres (con el apoyo de la Alianza Global por el Cuidado) y CLACSO, la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social proporcionó una plataforma para el diálogo político y la reflexión colectiva sobre la gobernanza del cuidado como piedra angular del desarrollo social inclusivo. Enfatizó que los sistemas de cuidado solo pueden ser sostenibles y equitativos con estructuras de gobernanza robustas, inclusivas y responsables, contribuyendo a los resultados de World Summit for Social Development+30 (WSSD+30) a través de un enfoque en la gobernanza.

Temas clave discutidos

-La gobernanza como un desafío multidimensional que involucra diseño institucional, financiamiento, derechos, participación y coordinación.

-El cuidado como un derecho humano, una política pública estructural y un bien público, esencial para la cohesión social y el desarrollo inclusivo.

-Marcos de gobernanza feministas e inclusivos que centran la igualdad, la redistribución, la corresponsabilidad y el reconocimiento del trabajo de cuidado.

-Responsabilidad estatal y financiamiento sostenible para los sistemas de cuidado, incluyendo la inversión a largo plazo en sistemas de cuidado transformadores y estrategias contracíclicas que protejan el gasto social público.

-Coordinación regional y coherencia institucional en América Latina y el Caribe e integración en las agendas nacionales de desarrollo.

-La ECLAC ha propuesto el nuevo paradigma de la sociedad del cuidado, que, desde una perspectiva de derechos humanos, sitúa la sostenibilidad de la vida y el cuidado de las personas y el planeta en su núcleo. Este paradigma proporciona un enfoque integral, promoviendo la responsabilidad compartida entre familias, comunidades, el Estado y el sector privado, y avanzando en la redistribución del trabajo de cuidado entre mujeres y hombres (véase el Compromiso de Tlatelolco, adoptado en agosto de 2025 en la Conferencia Regional sobre la Mujer en LAC).

-Modelos de gobernanza participativos, multinivel y co-construidos, involucrando a la sociedad civil, movimientos feministas, gobiernos locales y trabajadores del cuidado.

-Condiciones políticas necesarias para sostener las reformas de gobernanza, incluyendo amplias coaliciones y continuidad institucional.

-Integración de la gobernanza del cuidado en el desarrollo social más amplio y las agendas de WSSD+30.

Recomendaciones Clave para la Acción / Compromisos para la Plataforma de Soluciones de Doha

-Adoptar marcos basados en derechos para la gobernanza del cuidado, alineados con:

*El Marco 5R de la OIT (Reconocer, Reducir, Redistribuir, Recompensar y Representar el trabajo de cuidado), que proporciona coherencia y dirección para avanzar en sistemas de cuidado que sean basados en derechos, responsables, universales, transformadores e inclusivos.

*La Resolución de la ILC sobre Trabajo Decente y la Economía del Cuidado.

*La Opinión Consultiva No. 31 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2025, que reconoció el cuidado como un derecho humano autónomo y subrayó las obligaciones de los Estados de garantizar su ejercicio efectivo a través de políticas públicas, servicios e infraestructura adecuados.

-Reconocer e invertir en el cuidado como un bien público, asegurando la responsabilidad compartida y promoviendo la inversión en cuidado como motor de productividad, crecimiento inclusivo y bienestar.

-Fortalecer la coordinación y coherencia institucional a través de sectores, territorios y niveles de gobierno, incluyendo las políticas de protección social y las políticas de cuidado.

El diseño e implementación de políticas integrales de cuidado (sistemas de cuidado) requieren una fuerte coordinación en todas las áreas de la política pública —como protección social, salud, educación, trabajo, infraestructura y política fiscal—, y también a través de diferentes niveles del Estado, con la participación activa de la sociedad civil y la cooperación con el sector privado.

El fortalecimiento de la coordinación intersectorial y multinivel permite que los servicios, la infraestructura y los beneficios respondan coherentemente a las necesidades de cuidado de las personas, minimizando brechas, solapamientos y desigualdades territoriales.

Asegurar un financiamiento adecuado y sostenible para los sistemas de cuidado (Marco 5R de la OIT). A la luz del paradigma de la sociedad del cuidado, la inversión en cuidado no se ve como un costo sino como un motor de productividad, igualdad y bienestar. Además, con el Compromiso de Sevilla, adoptado en la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, los países afirmaron que invertir en la economía del cuidado es una inversión estratégica, ya que el financiamiento público para el cuidado puede estimular el empleo, fortalecer la protección social y expandir el espacio fiscal a través del crecimiento inclusivo, creando un círculo virtuoso entre igualdad y desarrollo.

-Construir una gobernanza del cuidado que sea orientada al futuro y resiliente, capaz de responder a los cambios demográficos y otros factores estructurales como la precarización del mercado laboral, las normas de género y las desigualdades.

-Promover modelos de gobernanza participativos que involucren a la sociedad civil, redes feministas y de cuidado.

-Integrar la gobernanza del cuidado en la planificación nacional de desarrollo y los compromisos de WSSD+30.

-Fomentar el compromiso político a largo plazo y arreglos institucionales estables para consolidar el cuidado como una política pública estructural.

-Invertir en sistemas de cuidado integrales y asegurar el trabajo decente para los trabajadores del cuidado, reconociendo las contribuciones tanto del trabajo de cuidado remunerado como no remunerado.

-Reforzar las alianzas para fortalecer las capacidades de gobernanza y acelerar los sistemas y políticas de cuidado.

-Impulsar acciones transformadoras, multinivel, multisectoriales y de múltiples partes interesadas hacia sociedades del cuidado, reconociendo el cuidado como un fundamento de la sostenibilidad social y contratos sociales renovados.

-Fortalecer los sistemas estadísticos para medir la economía del cuidado y la sociedad del cuidado.