“Qatar es un símbolo de no respeto de los Derechos Humanos”

-Karina te llevo a una temática de la coyuntura que tiene que ver con el Mundial de fútbol. Evidentemente son jornadas en que el #Mundial2022 está en todos los lugares, sobrecargado en esa temática y más allá de que muchos de nosotros disfrutamos enormemente en todo lo que tiene que ver con ese deporte, pensaba y mi pregunta va hacia ahí: ¿Es también un buen momento para que las temáticas profundas relacionadas con las desigualdades igual se sigan trabajando? Porque el temor ahí es que estos grandes fenómenos culturales sean muy interesantes por un lado, pero que también en muchos lugares se evite seguir hablando de cosas fundamentales, porque la gente sigue teniendo los mismos problemas…

-Absolutamente. Pan y circo este mundial que, además, tiene sus características particulares –yo de fútbol no sé absolutamente nada–, pero tiene sus características particulares por el lugar donde se organiza, que es un símbolo de expresión de esas desigualdades. Además, es un símbolo de no respeto de muchos de los derechos humanos. Claramente todo lo que tiene que ver, por ejemplo, con mujeres, disidencias, diversidad sexual y un largo etcétera.

En este tiempo de un mes que dura el Mundial, suelen eliminarse de la agenda otras temáticas que son más que relevantes. Yo diría: tenemos que aprovechar el Mundial para hablar, por ejemplo, también del mundial de las desigualdades. Quizás la hacemos en las próximas columnas con indicadores en esta dirección, pero han salido algunos informes, por suerte la comunidad académica y política está atenta a este fenómeno y presentan datos como el ranking en términos de inflación y otras dimensiones de la desigualdad. El deseo de que esta fiesta que mucha gente disfruta y otros y otras observamos simplemente, no oculte durante un mes el tema de las desigualdades que es cada vez más dramático en América Latina, sin lugar a dudas, pero también en todas partes del mundo. Recordemos lo que está pasando en términos de inflación, de seguridad alimentaria, de las libertades y las democracias y cómo este tema está repercutiendo en las distintas regiones.

No tenemos que olvidarnos, además, que siguen presentes dos conflictos: la guerra entre Rusia y Ucrania y también los conflictos al interior de nuestra región. Que el Mundial no oculte todo eso y que seamos capaces (aquellos/as que les gusta el fútbol) de disfrutar de esa fiesta cultural y deportiva, pero teniendo presente que la realidad sigue exactamente igual y, quizás, en un mes, no va a seguir exactamente igual, sino que las desigualdades se van a profundizar aún más.