Rechazo al terrorismo de estado, la estigmatización del movimiento popular, la protesta social y en contra de los asesinatos en Colombia en el marco del paro nacional
Desde el pasado 28 de abril de 2021, el pueblo colombiano salió a las calles y alzó su voz en contra de la pretendida Reforma Tributaria impulsada por el gobierno de derecha, en cabeza del Presidente Iván Duque Márquez, su partido político el Centro Democrático y su jefe supremo Álvaro Uribe Vélez so pretexto de conjurar la crisis económica que atraviesa el país. La reforma, ideada por el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, nuevo presidente de Asambleas del BID, sigue al pie de la letra el recetario neoliberal, ya que pretendía gravar con IVA la canasta familiar, intentando que el 73% del recaudo provenga de los trabajadores, y el 30% de pequeñas y medianas empresas, dejando intactos los grandes capitales nacionales y trasnacionales.
La respuesta de la ciudadanía, pese a estar Colombia atravesando el tercer pico de la pandemia del Coronavirus (COVID-19), fue de absoluto rechazo a la reforma tributaria, maquillada como “Ley de solidaridad sostenible”. Contundentes expresiones de indignación popular en contra de esta reforma aglutino, a diferentes sectores sociales en lo que ha pasado a convertirse en un Paro Nacional. A la fecha, estos 6 días de movilización permanente, la respuesta gubernamental ha sido, la indiferencia, indolencia y la confrontación bélica contra el pueblo mediante el uso excesivo y abusivo de las fuerzas de seguridad del Estado. Por orden de Álvaro Uribe Vélez, quien hizo un llamado al uso legítimo de las armas por parte de la fuerza Pública, y acatada por el presidente Iván Duque, las ciudades colombianas están siendo controladas por medidas restrictivas; entre ellas, los toques de queda, además, se evidencia el uso desproporcionado de la fuerza para reprimir a los manifestantes y la militarización del país.
A hoy, Álvaro Uribe Vélez, hace un llamado a fortalecer las Fuerzas Armadas (Ejercito y Policía) y “resistir la revolución molecular” mediante la figura de “asistencia militar”. Sin embargo, el resultado de estas acciones ha provocado graves violaciones a los derechos humanos de población civil que está manifestando su descontento con el gobierno actual. La represión ha significado, en cifras aproximadas, más de 940 casos de abuso policial, 672 detenciones arbitrarias, 30 casos de uso de armas de fuego, 4 casos de violencia sexual por parte de la Policía Nacional y 35 homicidios a manos de la fuerza pública, dejando a ciudades del Departamento del Valle del Cauca como Cali y Palmira entre las más afectadas. El terrorismo de Estado ha sido la forma en que se ha tratado de controlar la irritación del pueblo colombiano ante la precarización de la vida, la pobreza, falta de oportunidades, desempleo, corrupción, violencia estructural, las élites y los gobernantes, que ya rebasa la consigna de oposición a la regresiva e inconstitucional Reforma Tributaria, cuya iniciativa ya fue inclusive retirada del Congreso de la Republica por parte del Gobierno Nacional para consensuar a puerta cerrada con algunos congresistas sobre algunos puntos, y se tradujo en la renuncia de Alberto Carrasquilla como Ministro de Hacienda y Crédito Publico.
El Comité Nacional del Paro ha anunciado que el paro no para, y seguirá la amplia movilización popular en todo el territorio nacional, en donde las organizaciones indígenas, afros, palenqueras, así como gremios como los taxistas, camioneros en una agenda de exigencias más allá de la reforma tributaria. Vemos que con estas expresiones emerge como una oposición absoluta en contra del modelo de vida capitalista y cuenta con apoyo y efervescencia desde las bases ciudadanas, que no dejan de manifestarse en las calles, parques, barrios, veredas y ciudades. La respuesta a las banderas fascistas de estigmatización y restrictivas de la libertad y la vida, anunciadas por parte del Gobierno Nacional de Colombia, sigue siendo la digna acción, resistencia, creatividad y solidaridad entre la ciudadanía.
Ante este panorama, desde el Grupo de Trabajo CLACSO Crítica jurídica y conflictos sociopolíticos nos manifestamos:
1. En contra de las políticas para profundizar el modelo capitalista promovidas por parte del Gobierno Nacional de Colombia, que contribuyen con la desigualdad, injusticia y muerte de las mayorías empobrecidas
2. En rechazo al terrorismo de Estado, impuesto con medidas de militarización y abusos cometidos por parte de las fuerzas de seguridad
3. Con preocupación por la sistemática vulneración del Derecho Internacional de los Derechos Humanos a cargo del Presidente de la República de Colombia, Iván Duque Márquez
4. A favor de la defensa de la vida y los justos reclamos de las grandes mayorías populares en Colombia
5. En solidaridad con todo el pueblo colombiano.
4 de Mayo de 2021
Grupo de Trabajo CLACSO
Crítica jurídica y conflictos sociopolíticos
Esta declaración expresa la posición del Grupo de Trabajo Crítica jurídica y conflictos sociopolíticos y no necesariamente la de los centros e instituciones que componen la red internacional de CLACSO, su Comité Directivo o su Secretaría Ejecutiva.
