“Promover la autonomía de las mujeres y la igualdad entre mujeres y varones”
(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 10 de agosto 2022)
Quiero compartir un informe que desde CLACSO elaboramos junto a investigadoras de nuestra Red, en torno de los avances de la plataforma de Beijing, esa Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que fue sin dudas un parteaguas en la historia de la Cooperación Internacional. Se celebró en el año 95’ en Beijing, de allí viene el nombre, donde se acordó el plan que hasta ahora se considera el más progresista y el más integral de promoción de los derechos de las mujeres a nivel mundial.
La Declaración y la Plataforma de acción que se aprobó en esa Conferencia, estableció una serie de compromisos para promover la autonomía física, económica y política de las mujeres y el avance en el campo de los derechos: derechos humanos, educativos, sanitarios y también los derechos de las niñas y las jóvenes.
Esta declaración ha sido revisada, posteriormente, cada cinco, diez, quince, veinte y veinticinco años. Y desde CLACSO nos propusimos hacer una revisión también de esta plataforma Beijing+25, pandemia mediante presentamos el informe en 2022, por eso sería +27.
Las distintas evaluaciones van dando cuenta efectivamente de algunos avances, pero también de la persistencia de estructuras de discriminación que están largamente sedimentadas en los distintos países a nivel mundial y también, por supuesto, aquí en nuestra región latinoamericana y caribeña.
Desde los organismos internacionales de Naciones Unidas y también de algunos organismos de la sociedad civil, se ha mirado con detalles en las distintas regiones del mundo qué es lo que está pasando en materia de igualdad de género. En este caso, CLACSO trabajó junto a ONU Mujeres y Oxfam para hacer esta revisión que estuvo a cargo de tres investigadoras de nuestra Red: Clyde Soto, Martha Patricia Castañeda y también de un equipo liderado por Natalia Quiroga en las distintas temáticas que se fueron abordando.
En términos de las conclusiones generales y de algunas propuestas y recomendaciones, en primer lugar, se está viviendo una profunda crisis del modelo económico que genera la necesidad de intervenciones más radicales e innovadoras para poder reducir las desigualdades sociales de carácter multidimensional y las desigualdades de género.
En ese sentido, es urgente que 27 años después de haber adoptado la declaración y la plataforma de acción de Beijing, se amplíen los horizontes estructurales de forma integral y de forma interseccional, construyendo instrumentos para promover la autonomía de las mujeres y la igualdad entre mujeres y varones.
Aparece entonces la necesidad de priorizar las necesidades fundamentales para la vida, colocar la vida en el centro, colocar el cuidado de la vida en el centro, pensando en el vínculo Estado, mercado, comunidad y familias, y el lugar que las mujeres ocupan para que puedan disfrutar plenamente de todos sus derechos y de todas sus oportunidades.
A partir de lo que se analiza en este informe en conjunto con CLACSO, ONU Mujeres y Oxfam, se recomiendan también algunas acciones de carácter institucional que contribuyan a llenar los vacíos estadísticos y los vacíos de información sobre los distintos objetivos y esferas de preocupación. Hay que tener en cuenta siempre la desagregación de datos por sexo, edad, lugar de residencia, origen, autopercepción étnica, dimensiones de la discapacidad, entre otras variables. Y realizar un análisis adecuado que ponga en práctica los enfoques de género, derechos humanos e interculturalidad.
Lo mencionado serían las recomendaciones generales del informe, pero se profundiza en tres áreas:
Mujeres y Economía: Cómo repensar la autonomía económica de las mujeres (informe elaborado por Natalia Quiroga y Marta Sandoval). Nos van a mostrar los grandes elementos que están por detrás de esta afirmación de que en los últimos años la reducción de la brecha de género a nivel mundial retrocedió, es decir, en lugar de achicarse se amplificó. Por supuesto también por el impacto de la pandemia.
Luego también hay un informe destinado a los cuidados en América Latina y el Caribe Hispano elaborado por Clyde Soto y su equipo, donde una vez más se coloca la necesidad de tomar el cuidado como un elemento central en las discusiones de las sociedades actuales y trabajar hacia esa sociedad del cuidado por medio de la redistribución del trabajo de cuidados entre mercado, Estado, familias y comunidad.
Asimismo, hay un capítulo dedicado a violencia de género contra las mujeres y las niñas en América Latina, elaborado por Martha Patricia Castañeda, que muestra las sucesivas revisiones de este informe de Beijing y las conceptualizaciones sobre la violencia contra las mujeres y cómo se fue ampliando y planteando con mayor fuerza el contexto en el que tiene lugar esta violencia en el marco de esa desigualdad estructural de nuestra región. La violencia es sin duda preocupante en la región latinoamericana.
También hay que agregar una referencia a las mujeres de los pueblos indígenas, porque el pasado 9 de agosto fue el Día de los Pueblos Indígenas y este 2022 además está dedicado a las mujeres de esos pueblos indígenas y a los aportes que realizan. Tiene mucho que ver con lo comentado en términos de los aportes tanto a nivel de sus hogares y familia como de las comunidades. Y la invisibilidad en muchos casos del trabajo de esas mujeres indígenas que también sufren desigualdades y, por supuesto, están invisibilizadas estadísticamente.
-Clarísimo Karina. Parte la invitación de la temática en la próxima semana. Son tantas las temáticas que están entrelazadas entre sí que a veces es difícil en una sola columna poder condensar todo eso, pero lo has hecho con el informe de Beijing +27. Solamente me quedo pensando como mínima reflexión tuya que puedas hacer hacia el cierre de esta columna, es qué importante es el rol de organizaciones como CLACSO que permitan después de informes con estas características que trabajan desde la sociedad civil y desde lo académico, para después relacionar también con los decisores de políticas públicas. Porque en ese triángulo las cosas pueden empezar a funcionar con más fuerza.
-Absolutamente. Es el triángulo en el que siempre trabajamos, justamente este informe Beijing incorpora una serie de recomendaciones hacia el campo de la política pública, para empujar y hacer avanzar la igualdad de género que todavía nos es tan lejana a las mujeres latinoamericanas y caribeñas. Sin duda, creemos en esa articulación entre conocimiento, política pública y organizaciones sociales. Es lo que hacemos día a día, también en este caso concreto con el informe Beijing. Vamos a tomar algunas de las conclusiones de cada uno de estos capítulos que se han elaborado y, por supuesto, relacionarlo con la recomendación de política pública. De esa manera vamos a ir recorriendo la temática de las desigualdades que están entrelazadas y que tienen la interseccionalidad de las dimensiones en su base.

VER Los desafíos de la Plataforma de Acción de Beijing
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