“Los movimientos sociales ejercen el control ciudadano, sin el cual no hay democracia real”

 “Los movimientos sociales ejercen el control ciudadano, sin el cual no hay democracia real”

Transcripción de la columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 28 de junio de 2023

El encuentro sobre movimientos sociales y activismos en Fortaleza, Brasil, lo realizamos dentro de la estrategia que son las Plataformas para el Diálogo Social. Allí trabajamos en conjunto quienes vienen del ámbito de la academia, de la política pública y los movimientos y las organizaciones sociales, en torno a los principales problemas que enfrenta nuestra región.

El foro está dedicado específicamente a analizar los movimientos sociales en el Brasil actual con el nuevo empuje de reposicionamiento que le está dando el gobierno de Lula en la región, en el mundo y en ese país post Bolsonaro. Además, el foro se realiza en el nordeste de Brasil, región particularmente interesante, entre otras cosas por la expresión de los movimientos sociales allí, pero también por su posicionamiento a lo largo de su historia y más recientemente en las instancias electorales con un nuevo gobierno de Lula Da Silva.



La temática que nos convoca, “Movimientos Sociales y Territorio para la Vida”, la vamos a entender por la importancia que tienen justamente los movimientos sociales en nuestra región, la historia de las luchas sociales y políticas en América Latina y el Caribe, donde implican un espectro muy grande de estrategias, horizontes diferentes y distintos sujetos que se movilizan a lo largo y ancho de todo nuestro territorio.

El foco está en la acción colectiva entendida como un motor para la transformación social que asume diversas formas de organización y que se sostiene en diferentes actores y sujetos. Además, desde allí plantea formas de relación con el Estado y con las instituciones políticas.

Por eso, es particularmente importante tener una Plataforma para el Diálogo Social específica sobre el papel de los movimientos sociales como sujetos transformadores de la realidad. Es decir, planteamos el desafío de constituir un espacio para la reflexión y comprensión de todas estas diversidades que representan los movimientos sociales y sus posibles articulaciones. Queremos, por tanto, trabajar en esa diversidad de movimientos y de tipos de acción colectiva para poder comprender mejor los distintos factores que allí están interactuando en las divergencias, afinidades, oportunidades, limitaciones y potencialidades. Siempre con el horizonte de promover la articulación entre estas propuestas para darle más potencia a las luchas que hoy recorren América Latina y el Caribe contra la opresión, por la libertad, por la justicia y por la consolidación de la democracia efectiva en nuestra región.

Entonces, el foco va a estar colocado en la comprensión de los movimientos sociales y los activismos actuales en sus estrategias, sus potencialidades y sus amenazas, pensándolos en clave histórica, desde una perspectiva crítica. Y recogiendo también las memorias de las luchas que se han reinventado y resignificado en algunos casos, pero que se anclan en prácticas y trayectorias de muy larga data en nuestra región.

Estaremos discutiendo los temas mencionados desde distintos espacios propiamente de diálogo, entre academia y política pública; movimientos y organizaciones sociales, desde espacios de formación con distintos talleres e instancias. También se discutirán dichos temas en espacios de la presentación de libros y materiales que desde CLACSO se han ido produciendo en los últimos meses. Además, se duma con una estrategia de comunicación y difusión para llegar a toda América Latina y el Caribe.

– En el pasado reciente, tú planteabas algunos contextos políticos muy complejos en Brasil y, además, la importancia de los movimientos sociales como limitadores en muchos casos de ciertas brutalidades del neoliberalismo, ¿no?

Sabemos muy bien el papel que han jugado los movimientos sociales a lo largo de la historia de América Latina y en la historia reciente. Diría que una de sus funciones principales es la real capacidad de ejercicio de control ciudadano para la democracia. Sin control ciudadano, no hay ejercicio real de la democracia. Y justamente son los movimientos sociales, como actores colectivos, quienes ejercen este control ciudadano.

¿Qué quiere decir control ciudadano? Quiere decir estar atentos y atentas a las distintas acciones que desarrollan los Estados y cómo eso influye en la realidad de cada uno de nuestros países. Y plantear allí, por ejemplo, los compromisos que fueron asumidos en algún momento por parte del Estado o por quienes aspiran a ocupar los gobiernos. Además,  reclamar cuando estos compromisos no se cumplen o cuando se formulan políticas públicas que, lejos de hacer avanzar al país o a la región hacia situaciones más justas, más equitativas y de mayor desarrollo, son regresivas.

Entonces, hay que denunciar y actuar frente a los intentos del capital y del mercado de apropiarse de bienes públicos, como pueden ser la educación o la salud. Y los recursos naturales, como puede ser el agua, entre otras tantas demandas. Esa capacidad real de  ejercicio de control ciudadano es uno de los papeles fundamentales en América Latina.


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