“Las mujeres ganamos solo un tercio de los ingresos laborales en todo el mundo”
(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 22 de diciembre 2021)
Antes de hacer la columna de hoy, quiero referirme sobre las elecciones del domingo en Chile que se suman a procesos que hemos observado en este año en América Latina y el Caribe: claramente Perú, Honduras ya ocurrido hace algunas semanas pero que oficialmente fue proclamada presidenta electa Xiomara Castro hace dos días. Y esto nos marca, quizás, el camino hacia lo que podríamos llamar una nueva ola progresista en América Latina y el Caribe, a la que estaremos muy atentos y esperando lo que ocurre en Colombia y en Brasil el año próximo.
Allí están algunos de los temas que también abordaremos en nuestra Novena Conferencia en México #CLACSO2022 sobre estas encrucijadas que tantas veces hemos nombrado de América Latina y el Caribe: encrucijadas económicas, sociales y políticas en este caso, donde aquí se muestran estas ambivalencias. Porque, por supuesto, saludamos y celebramos el proceso de Chile en el resultado de la elección del domingo, así como el de Honduras, Perú más atrás en el tiempo, pero no tenemos que olvidarnos que eso viene acompañado también de expresiones conservadoras de ultra derecha y fascistas en muchos casos en nuestros países de América Latina. En Brasil, el caso que más ha preocupado en la región pero que no es el único. En Uruguay también tenemos esas expresiones, por ejemplo junto al Partido Militar que existe y que permanentemente está con este tipo de postura.
Por eso, saludar y celebrar el resultado de Chile, enmarcar el proceso que se observa junto a Honduras, Perú y, por supuesto, a los países que ya estaban en esta senda: México, Argentina… Y debemos estar atentos al próximo año que puede ser absolutamente determinante lo que ocurra en Colombia y en Brasil para nuestro continente. Y todo esto, desde ya, va a estar presente en nuestra Novena Conferencia #CLACSO2022.
Las desigualdades en materia de género
En la columna anterior estuvimos analizando los resultados salientes del informe sobre la Desigualdad Global 2022, trabajo de investigación que básicamente conduce Thomas Piketty. Allí habíamos hecho un recorrido sobre los principales resultados, pero yo les había dejado pendiente por razones de tiempo las desigualdades en materia de género. Y este informe pone el foco en una dimensión que la hemos abordado continuamente aquí en InfoCLACSO los miércoles vinculada a la autonomía económica de las mujeres. Y en particular a la autonomía en términos de la participación laboral y la posibilidad de contar con ingresos propios, que son dos de los indicadores que se toman para este concepto de autonomía económica.
Este informe nos trae una interesante síntesis de lo que hoy está ocurriendo con el ingreso laboral femenino. Para empezar: si un país tuviera perfecta igualdad entre mujeres y varones, la participación del ingreso laboral femenino tendría que ser igual o muy próximo al 50%. ¿Qué es lo que ocurre en la práctica? La participación del trabajo femenino en los ingresos está sistemáticamente (no importa el país que miremos) por debajo del 50% con variaciones significativas -eso sí- entre los distintos países que van desde menos del 10% a un máximo del 45%. En ningún caso por tanto se llega a esa participación del 50% que mostraría la perfecta igualdad en este punto.
Veamos rápidamente cómo esto se va dando en las distintas regiones del mundo. Empecemos por lo que se llama el antiguo bloque del Este, donde la participación de las mujeres en los ingresos laborales es más alta. Obviamente esto está asociado al régimen social y político de estos antiguos países del bloque del Este que promovieron de manera muy fuerte la incorporación de las mujeres al mercado del trabajo; son países con una participación femenina en los ingresos laborales cercana al 41%. Si miramos el resto de Europa, lo que se llama Europa Occidental, también tiene una alta participación en los ingresos laborales en comparación con otras partes del mundo, pero es más bajo que este número que acabo de mencionar. Allí se estima esta participación alrededor del 39%, pero con una variabilidad entre los países de entre el 35% en Austria (el más bajo) y 44% en Portugal (el más alto).
Por su parte, América del Norte y Australia tienen participaciones similares, pero inferiores a las de Europa. Concretamente Estados Unidos y Canadá presentan participaciones del 38 y el 39%. Esto quiere decir que los varones captan alrededor del 62 y 64% de los ingresos laborales totales, es decir, más de la mitad que las mujeres. Y esto ilustra la magnitud de la desigualdad sistemática de género por lo menos en lo que refiere a esta noción de autonomía económica.
¿Qué pasa con nuestros países latinoamericanos? Aparecen mencionados en tercer lugar en el informe, donde en primer lugar quiero destacar que parece relativamente homogéneo el comportamiento de los países latinoamericanos. La participación del ingreso laboral femenino promedio es del 35% con valores que van desde el 26, en Guatemala al 42 en Barbados. Y en los dos países más poblados, Brasil y México, las participaciones son de 38% y 33%.
Después nos quedan los países asiáticos que tienen porcentajes más bajos que Europa y más bajos que América del Norte con un promedio del 27%. Parece haber ahí una fuerte distinción entre aquellos del Este de Asia y del Oeste de Asia. Los países del Este de Asia tienen porcentajes más altos y los dos países más densamente poblados que son China e India tienen participaciones del 33% y 18%.
Por último, los países de Oriente Medio y África del Norte presentan bajos niveles de participación del trabajo femenino en los ingresos totales con un promedio del 15% y, la mayoría de ellos, con valores por debajo del 20%. Y cinco países como Yemen, Irak, Arabia Saudita, Qatar y Omán están por debajo del 10% con los valores menores a nivel mundial.
Después hay que ver también lo que ocurre en África subsahariana que tiene en promedio un valor cercano al 30%.
Una conclusión: Las mujeres ganan sólo un tercio de los ingresos laborales en todo el mundo. Recuerden que las mujeres somos el 50% aproximadamente de la población. La participación en el ingreso laboral global de las mujeres está calculada, sumando todos los ingresos laborales y femeninos y dividiéndolos por el ingreso laboral total a nivel del mundo.
Hoy, esa participación es de un tercio, pero además hay que decir que la participación de las mujeres en los ingresos aumentó levemente del 31% en el año 90’ al 35% en el 2019. Es decir, parece que no superamos y no podemos pasar nunca de ese porcentaje en torno del 30% y ese crecimiento que hubo es muy lento para realmente poder decir o poder imaginar y proyectar cuándo llegaremos a condiciones de participación igualitaria en esta dimensión de los ingresos.
Allí son muchos los factores que podrían explicar este tema que estamos planteando hoy que, por supuesto, el año que viene seguramente vamos a tener tiempo de profundizar en ellos. Pero no quiero dejar de mencionar que hay un factor que sí hemos trabajado aquí y mucho en estas columnas de InfoCLACSO que es todo lo vinculado al trabajo de cuidados no remunerado. Este informe también marca esta dimensión del trabajo de cuidados no remunerado como una de las dimensiones principales para explicar las brechas y desigualdades que acabo de plantear. Básicamente desigualdades de ingreso entre varones y mujeres que son significativas tanto dentro de los países de las regiones como a nivel mundial. Lo que reafirma, una vez más, esta característica sistémica de la desigualdad de género.
-Aparte hay un patrón claro que se reitera, que se profundiza de manera brutal en algunos países, que se suavizan algunos otros pero el patrón está clarísimo. Porque lo que da el margen de todas las cifras que no das a conocer, el patrón es una continuidad en casi todos los lugares del mundo, ¿no?
-Digamos casi en términos humorísticos, te diría, el patrón es el patriarcado que lo observamos en todos países y que tiene estas consecuencias y otras que también hemos abordado aquí en las columnas de InfoCLACSO, pero esto creo que es muy claro. Por eso lo quería compartir con todos y con todas para que veamos primero la realidad mundial, segundo también lo que está ocurriendo en América Latina en este punto. Y, para terminar de presentar estos datos sobre el informe de la Desigualdad Global 2022, recordemos que las Tramas de las Desigualdades son el tema que nos nuclea en nuestra próxima Conferencia #CLACSO2022 en México en junio.
-Nombraste una palabra que es “Tramas” y me parece que tenés una novedad muy importante. ¿Querés comentarnos antes de que nos despidamos, porque es algo fundamental y para este fin de año es muy potente?
-La novedad es que hoy ya está en el aire de las redes e internet la nueva revista del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales “Tramas y Redes” que presenta su N°1 y comienza su proceso de indexación. Tiene las características de cualquier revista científica en la que hemos invitado a todos y todas a contribuir en este número y en los que siguen. Tenemos la información en la Web disponible para todos aquellos y todas quienes quieran contribuir con sus artículos académicos para esta revista.
Realmente nos habíamos propuesto construir, imaginar, crear una nueva revista científica de nuestro Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y estamos muy contentos y contentas de estar presentando hoy este primer número de “Tramas y Redes”. Todos y todas invitadas a leer este primer número y a contribuir en ella en los números siguientes.
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