«La educación en el Caribe enfrenta tensiones entre un mundo globalizado y sus identidades culturales»

 «La educación en el Caribe enfrenta tensiones entre un mundo globalizado y sus identidades culturales»

Transcripción de la columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 18 de diciembre de 2024

Hoy conversaremos sobre el Encuentro internacional “Saberes ancestrales y plurilingüismo del Caribe en la educación superior: Aprendizajes y perspectivas” que se realizó desde el 12 al 14 de diciembre en San Andrés, capital del archipiélago colombiano Providencia y Santa Catalina.

El encuentro se convirtió en un escenario de absoluto destaque para dicho diálogo intercultural, donde, una vez más, se encontraron líderes académicos, comunidades raizales y representantes gubernamentales, lo que no solo permitió reflexionar sobre los desafíos educativos de la región sino también plantear la necesidad urgente de integrar los saberes ancestrales y la diversidad lingüística como ejes centrales de los modelos educativos.

El Caribe reconocido por su diversidad cultural lingüística y étnica es el resultado de un complejo entramado histórico de colonización, resistencia, migración y transculturación. Estos procesos han configurado un mosaico de saberes ancestrales y prácticas culturales que han resistido las imposiciones hegemónicas y hoy continúan siendo marginados por las dinámicas globales y las políticas educativas dominantes. Allí encontramos tensiones y desafíos para la educación superior, como ocurre también en el resto de la región latinoamericana y caribeña.

Particularmente, la educación superior en la región caribeña enfrenta tensiones entre las demandas de un mundo globalizado y las necesidades de preservar y fortalecer sus identidades culturales. A diario, comunidades indígenas, afrodescendientes y raizales lidian con la imposición de lenguas dominantes, currículos conectados de los contextos locales, la invisibilización de sus saberes y propias epistemologías.

Este proceso ha tenido consecuencias preocupantes como por ejemplo: la pérdida de lenguas indígenas y criollas, la invisibilización del saber local en las universidades y una creciente desconexión entre la academia y las realidades sociales y culturales de los pueblos. San Andrés Providencia y Santa Catalina son prueba de esa tensión donde las comunidades raizales que históricamente habitaron estas islas, siguen luchando por el reconocimiento de su lengua, su historia y sus derechos. En ese sentido, el encuentro representó un horizonte de esperanza y transformación. Los diálogos multiculturales visibilizaron no solo los desafíos sino también propuestas concretas para articular los saberes ancestrales, el plurilingüismo en los procesos formativos, desarrollar políticas públicas pertinentes y promover un modelo educativo crítico, inclusivo e intercultural.

Además, un tema que estuvo presente en el encuentro fue la relación entre educación superior y libertad académica, un debate impostergable en nuestra región. Hoy, la educación superior en América Latina está enfrentando amenazas deliberadas de mercantilización y desfinanciamiento. Se busca favorecer la privatización y se pone en riesgo un derecho fundamental y un pilar para la construcción y el fortalecimiento de las sociedades democráticas. Me refiero al derecho de una educación superior gratuita, laica, inclusiva y de calidad.

Desde CLACSO, siempre hemos respaldado la lucha de las universidades públicas de toda la región que están enfrentando en este momento políticas mercantilizadoras y privatizadoras. También trabajamos para garantizar la libertad académica, porque la consideramos un compromiso impostergable. Sin libertad académica no podemos aspirar a sociedades más justas, democráticas y equitativas.

Los principios en el derecho a la educación y la defensa de la libertad académica se vinculan directamente con las Plataformas para Diálogo Social de CLACSO en toda la región latinoamericana y caribeña. En este caso concreto son diálogos vinculados con la necesidad de construir modelos educativos que respeten esos saberes ancestrales y locales para promover ese diálogo intercultural. Este encuentro internacional puso de manifiesto que el Caribe tiene la responsabilidad de construir un modelo educativo que no solo responda a las demandas globales sino también el reconocimiento de su diversidad cultural y lingüística.

Es necesario cuestionar las estructuras de poder y transformar las prácticas educativas para incluir a las comunidades históricamente excluidas. Estas discusiones deben darse con un público amplio que articule academia, movimientos sociales y política pública. Entonces, el desafío está en construir una universidad donde los saberes ancestrales, las lenguas criollas y las culturas locales sean parte de los procesos educativos: sólo así vamos a poder avanzar en esa educación transformadora, capaz de responder a las necesidades de los pueblos latinoamericanos y caribeños para construir sociedades más justas y sostenibles.

Las dinámicas actuales de la educación superior en nuestra región presentan tres grandes tensiones. La primera es la tensión entre la ampliación, la democratización y la inclusión, planteándola como un bien público y fundamental para el bienestar social. La segunda está vinculada al universalismo, el particularismo y la diferenciación: cómo construir estrategias diferenciadas orientadas a la inclusión educativa en los distintos contextos. La tercera es el desafío de la diferenciación necesaria o interna entre esa mayor inclusión educativa y los sistemas educativos actuales. A pesar de los avances en materia de acceso a la educación, observamos cómo persisten inequidades estructurales para los pueblos indígenas y afrodescendientes en términos de permanencia, egreso y pertinencia en los modelos educativos.

– En el marco de este Encuentro Internacional está la importancia que tienen todos los debates que desde CLACSO se vienen potenciando con respecto a los saberes y lenguas diversas para publicaciones académicas, ¿no?

– Absolutamente. Desde CLACSO promulgamos la defensa del multilingüismo, donde se plantean algunos elementos muy fuertes de partida y que deberán ser ampliados en un futuro para incluir también el multilingüismo en toda su expresión en términos locales. En definitiva, América Latina y el Caribe, en el marco de sus sistemas educativos, debe responder a las demandas globales y fortalecer sus raíces culturales, lingüísticas, epistemológicas y no anularlas o invisibilizarlas como en la actualidad.

– ¿Cuál es la importancia de las políticas de extensión y de expansión para que más personas accedan a la universidad pública en diferentes lugares de la región?

– Hay que partir de la premisa de la educación superior como un derecho para todos y para todas. Para garantizar ese derecho hay que promover el acceso sin restricciones, es decir, amplio y universal, a los sistemas de educación superior sin lugar a la mecanización, al negocio o la oferta privada.


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