“La defensa de la vida en su conjunto es una condición para la supervivencia de la humanidad”
(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 21 de octubre de 2020)
La idea es seguir transitando esta ruta de las alternativas desde América Latina y el Caribe para la situación actual, para los problemas actuales que fuimos recorriendo en las distintas columnas. Siempre con esta intención de generar espacios de reflexión, de intercambio, pero sobre todo de construcción de alternativas y de nuevos consensos.
En este caso les propongo tocar el tema del ambiente. Es decir, el análisis a partir de esta situación de pandemia que venimos trabajando como una oportunidad también para construir un nuevo vínculo con el ambiente. Sabemos por los datos, por las informaciones que hay disponible, que esta crisis que ha ocasionado el coronavirus nos dice muy claramente que es hora de repensar la relación de la humanidad con la naturaleza y de cuestionar la noción de autonomía, de reemplazar esas visiones tan antropocéntricas e instrumentales que hemos tenido, y empezar a reflexionar desde esa idea de que formamos un todo obviamente con la naturaleza.
Recordemos sólo para orientarnos al respecto: la vida humana representa apenas el 0,01% de la vida en el planeta. La defensa entonces de la vida en su conjunto, en sus distintas expresiones, creo que es sin lugar a dudas una condición para la supervivencia de la humanidad y del planeta en sí mismo. Entonces, tenemos que avanzar de manera rápida e inmediata en repensar (como hemos dicho en otras columnas) modelos económicos pero basados en formas de producción, de consumo, de organización y también de desarrollo tecnológico que racionen el uso de los recursos naturales y que disminuyan al mínimo posible la contaminación ambiental, que por cierto es bien alta ya.
Sabemos que si queremos construir otro futuro tiene que ser sostenible o directamente no será un futuro. Y que el medio ambiente es una llave importante también para arrancar la recuperación en esta etapa que esperemos comience pronto de la pospandemia. Tenemos también que pensar en este sentido en una solución desde el punto de vista geopolítico que permita una producción y una distribución de los medios que sea sostenible en el tiempo y, como dije antes, para el conjunto de las vidas en la tierra.
En cierta medida esto también se relaciona con otro tema que hemos abordado aquí que es el paradigma del cuidado. Se trata también de ampliar ese paradigma del cuidado, no solamente el cuidado a las personas, sino también el cuidado a todas las formas de vida y volver a introducir y valorizar la idea de reciprocidad y de interdependencia, por supuesto entre los seres humanos pero también entre los seres humanos, la naturaleza, la tierra, etc.
Debemos entonces repensar los vínculos entre nosotros los humanos y el resto de los seres vivos y avanzar hacia un nuevo pacto que sea un pacto económico, social y ambiental (nos olvidamos a veces de esta dimensión). Es importante incluirla para poder garantizar efectivamente la justicia social, la justicia económica y -repito- la justicia ambiental. Para eso es más que necesario que América Latina también deje de ser -y aquí introducimos otra dimensión- la región más insegura hoy en día para los líderes sociales, y para los líderes sociales que en muchos casos defienden causas ambientales. Recordemos ese dato terrible de que el 60% de los asesinatos a defensores del ambiente que se cometieron entre 2016 y 2017, ocurrieron aquí en esta región latinoamericana y caribeña. Entonces, nuestra propuesta desde CLACSO es impulsar el pacto económico, social, ambiental, con la participación por supuesto de distintos actores, incluyendo los activistas ambientales y los defensores de los derechos humanos.
En estos momentos en que urge repensar los modelos económicos, no podemos pensarlos si no introducimos esta dimensión. No podemos caer en la tentación que vemos en muchos de nuestros países de reactivar la economía, pero profundizando los modelos extractivos. Ya hemos hablado de eso en otras columnas en términos de pensar en nuevos modelos económicos. Sabemos también que necesitamos incluir esta perspectiva que relacione la sostenibilidad, el ambiente con lo económico y lo social si queremos realmente tener sociedades que tengan una capacidad de resiliencia mayor frente a crisis futuras; crisis como la que estamos viviendo ahora o de otras características.
Tenemos que colocar esta dimensión y la preocupación por la salud como elementos centrales en la búsqueda de estas alternativas hacia el futuro en nuestra región.
Pensaba en el asesinato de Berta Cáceres que tiene mucho que ver con sus luchas medioambientales y cómo situaciones como ese asesinato en particular se reiteraron en diferentes partes. Lo que vos decías concretamente: luchas y asesinatos de líderes o lideresas sociales en una región muy compleja, porque recuerdo solo algunos datos más generales, lo hablamos alguna vez: los incendios en el Amazonas en donde no solamente se trató de descuido sino que la lógica de la maximización de las ganancias parece ser la supremacía o la única supremacía que se pone en juego en la cuestión relacionada con lo medioambiental.
Absolutamente, es otra vez lo que también hemos conversado aquí: la primacía de la idea del mercado y, por lo tanto, la maximización de la ganancia como eje que orienta. Y tú te referías a lo de Berta Cáceres que por supuesto es una excelente referencia. Y también pensemos en lo que está ocurriendo en estos momentos, por ejemplo, en Colombia, los diferentes movimientos y líderes ambientales que hay y el ataque que están sufriendo en nuestra región. Y también el caso de Bolivia, todo el interés por el litio, ese elemento fundamental que quizás explica muchos de los problemas que atravesó Bolivia en los últimos 11 meses. Entonces, la intención era colocar la dimensión ambiental en nuestras reflexiones, en nuestra búsqueda de alternativas y obligarnos también a los cientistas sociales y a las cientistas sociales a incluir estas dimensiones, en algunos casos más vinculadas a las ciencias de la naturaleza, en nuestras construcciones, en nuestras búsquedas y reflexiones para las alternativas a futuro.
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