“La autonomía económica de las mujeres tiene un retroceso histórico en la región”

(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 16 de marzo 2022)

Asunción de Gabriel Boric en Chile

Karina, estuviste en Santiago. ¿Cuál es tu mirada sobre el lanzamiento del nuevo gobierno de Boric en Chile?

Lo que hemos visto es una sensación y profunda emoción de una profunda esperanza y una profunda expectativa para el pueblo de Chile con este cambio de gobierno. Retomando algunas palabras del hoy presidente Boric, donde supo decir en su campaña que Chile fue la cuna del neoliberalismo y que también será la tumba del neoliberalismo. Y efectivamente estos primeros días, además, estuvieron muy marcados por lo simbólico. Simbólico desde todo punto de vista fue el saludo del presidente Boric al momento de ingresar al Palacio de La Moneda deteniéndose y haciendo un gesto de continuidad hacia la estatua del ex presidente Salvador Allende.

En Chile estuve conversando en un panel conversatorio presencial (hay que ponerle el cuerpo a nuestras presentaciones) con grandes referentes de las ciencias sociales latinoamericanas y mundiales con Manuel Garretón, Fernando Calderón y Manuel Castells, analizando estas perspectivas de Chile en el contexto latinoamericano y debo decir que aparecieron algunas pistas interesantes en términos de los desafíos a los que se va a enfrentar el gobierno chileno más allá de lo simbólico, la esperanza y la expectativa que está depositada en este nuevo equipo que llega al gobierno de Chile. Desafíos asociados a lo intercultural de los pueblos (como lo nombró el propio presidente), a los feminismos, al gobierno o gestión feminista del gobierno que se plantea en Chile, a la dimensión ambiental absolutamente, a las cuestiones del ciclo de vida de las distintas generaciones y de los cuidados. Son algunas pistas de lo que se estuvo discutiendo en términos de cómo producir transformaciones más de corte estructural a partir de este proceso político que tuvo como gran hito la asunción de Boric el viernes 11 de marzo.

Realmente tenemos que seguir muy de cerca lo que va a estar ocurriendo en estos primeros meses. No nos olvidemos, además, el doble desafío de este nuevo gobierno y, por otro lado, el proceso constituyente que tanto hemos conversado en InfoCLACSO.

---

---

Mes de las mujeres

Interesantísimo lo que está ocurriendo en Chile, tener una visión de primerísima mano para poder indagar un poco qué es lo que implica estos cambios… Si te parece podemos avanzar sobre la otra gran temática que tenías para hoy y relacionado con el Mes de las Mujeres.

Venimos transitando en este marzo Mes de las Mujeres, que así lo hemos denominado en CLACSO hace tres años, además de la coyuntura que siempre se impone en América Latina y el Caribe. Entonces, te propongo abordar uno de los elementos, el que refiere concretamente a la autonomía económica de las mujeres. Y para eso, como siempre, tomamos como referencia los datos e informes disponibles para nuestra región latinoamericana y caribeña. Justamente en un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se marca que la autonomía económica de las mujeres tiene un retroceso histórico en la región muy similar a lo que afirma la CEPAL en informes que también hemos compartido en las columnas. Concretamente, la OIT nos muestra cómo las mujeres latinoamericanas y caribeñas han sido las más afectadas por la crisis que causó el COVID-19 en los mercados laborales de nuestros países latinoamericanos y caribeños. El empleo de las mujeres en nuestra región descendió entre 2019 y fines de 2020 un 9.4% justamente por los efectos de la pandemia del COVID-19. Mientras que en el caso de los varones ese descenso fue del 7%. Supone entonces un aumento en la brecha que ya existía en el mercado de trabajo entre varones y mujeres. Y supone por supuesto a nivel global el mayor descenso del empleo de las mujeres en América Latina comparado con las demás regiones del mundo. Es decir, el impacto a nivel del mercado laboral femenino en América Latina ha sido el más grande comparado con las otras regiones del mundo. Y esto también se relaciona a que la recuperación económica que empezó a observarse en 2021 y se está dando en lo que va del 2022, claramente está siendo más lenta en los sectores de actividad típicamente femeninos o feminizados, es decir, donde las mujeres somos mayoría entre las personas que trabajan en ese sector. El impacto más grande en términos de mercado de trabajo se asocia a la mayor presencia femenina en sectores económicos que fueron muy afectados por la crisis como los de la hotelería, los servicios, los restaurantes, la gastronomía en general, y el sector también del empleo en las casas particulares (trabajo doméstico), que fue sin duda el más afectado de todos. También a esto la OIT agrega en su análisis la importancia de tener presente la informalidad. La informalidad, recordemos, que supone la ausencia de todo tipo de mecanismos de protección social para las personas que trabajan y que la informalidad es siempre mayor entre las mujeres.

Por su parte, la CEPAL, y en ocasión además de este marzo Mes de las Mujeres, dio a conocer su panorama social de América Latina para 2021 y también coloca el foco (una parte del informe) en la temática del empleo de las mujeres: hace un análisis muy profundo de cómo se vio afectado el sector del trabajo doméstico remunerado y mostrando cómo cayó el nivel de ocupación en un 20% en este sector. Además, también la CEPAL nos muestra que aproximadamente 13 millones de personas trabajaban en esta actividad del trabajo doméstico remunerado antes de la pandemia y el 90% eran mujeres. Por lo que podemos ver cómo ese 20% que cae el sector impacta directamente sobre el empleo de las mujeres. Y además recordemos que en este sector sólo una de cada cuatro trabajadoras efectivamente está en el sector formal y, por lo tanto, tiene derechos de seguridad social y de protección social. Este dato por supuesto es previo a la pandemia, por lo tanto, previo a la caída que mencionaba recién.

Además, hay otro problema que se suma a este análisis, adicional a la pérdida de puestos de trabajo y que la recuperación se está dando de manera muy segmentada. La OIT justamente nos muestra que se perdieron en 2020, en el primer semestre, un total de 26 millones de puestos de trabajo ocupados por varones y 24 millones de puestos de trabajo ocupados por mujeres. Pero, sin embargo, dice, la mayoría de los puestos ocupados por varones pudieron ser recuperados muy rápidamente ya en el inicio del tercer trimestre de 2021; mientras que los puestos de trabajo ocupados por las mujeres solo se recuperaron parcialmente. Entonces, aquí tenemos algunos datos y elementos que nos permiten mostrar cómo ha afectado la autonomía económica.

Recordemos que cuando hablamos de autonomía económica de las mujeres, estamos hablando de la participación en el mercado de trabajo y la posibilidad de tener ingresos propios. Y que muchas veces estos ingresos propios son los que efectivamente permiten a las mujeres desarrollar otra serie de derechos. Por ejemplo, aquellas mujeres que se encuentran en situación de violencia de género, es muy difícil salir de esas situaciones si no se tienen niveles de autonomía económica para poder salir de la situación de violencia de género.

A estos datos no debemos olvidar también algo que ya conocemos y es la distancia o la brecha salarial que existe entre los ingresos femeninos y masculinos que existía antes de la pandemia y que sigue existiendo hoy en nuestra región. Por supuesto, un último elemento es cómo afectó también todas las tareas domésticas y de cuidados no remunerados que fueron asumidas mayoritariamente por las mujeres durante la pandemia, como también se relaciona con esta dimensión de la autonomía económica y con la posibilidad de retornar o no a esos puestos de trabajo que ocupaban las mujeres.

¿Cuántos años nos va a llevar recuperarnos de los efectos de la pandemia y la profundización de las desigualdades?

Depende donde tú coloques el énfasis… Pero los análisis nos están mostrando que por lo menos va a llevar unos 10 años, y algunos análisis nos hablan incluso de hasta 20 años para recuperar situaciones pre-pandemias en estos aspectos que estamos manejando.

---

---