(In)movilidad en las Américas
Grupos de Trabajo CLACSO
Fronteras: movilidades, identidades y comercios
Migración Sur-Sur
El año 2020 será recordado como un tiempo de pandemia. En menos de cinco meses, desde que se oficializó el primer caso de Covid-19 en China, millones de cuerpos en todo el mundo se han contagiado, mientras otros cientos de miles más han muerto. Ante la imparable movilidad del virus, la inmediata –y hasta ahora única– respuesta global común ha sido la momentánea interrupción de la movilidad transnacional y el control a la movilidad al interior de los espacios nacionales.
Localizar esa tensión en las Américas tiene relevancia analítica y política. Éste es un continente en movimiento. La formación social, económica, política y cultural de este espacio geográfico es incomprensible sin atender a las diversas formas de movilidad humana que lo han configurado. Todos los países del continente han sido y/o siguen siendo simultáneamente emisores y receptores de flujos transnacionales, mientras que otros se han convertido, además, en espacios de tránsito y de retorno voluntario y/o forzado. En América, solo por nombrar algunos casos notables, están Estados Unidos y México, el mayor destino migratorio y el principal emisor de migrantes del mundo, respectivamente. Está Colombia, el país con mayor número de desplazados internos y con un significativo número de personas en necesidad de protección internacional. También están Guatemala, El Salvador y Honduras, países que no dejan de expulsar a miles de connacionales que huyen de la violencia; o Venezuela, desde donde han emigrado en los últimos años más de 4 millones de venezolanxs. De sur a norte, a este continente le atraviesan rutas migratorias clandestinas que históricamente han servido para que latinoamericanxs y caribeñxs irregularizadxs en tránsito lleguen hasta Estados Unidos. Y, en la última década, hasta las Américas han llegado flujos migratorios extra-continentales; se ha multiplicado la migración intrarregional, los flujos sur-sur, y el tránsito migratorio norte-sur. La movilidad en el continente es hoy protagonizada por desplazadxs internos, deportadxs, solicitantes de asilo y de refugio, y también por niñxs y adolescentes que emigran solos o acompañados. Porque cientos de mujeres y hombres adultos y menores de edad, regionales o extra-continentales, no han dejado de ponerse en movimiento para reconfigurar sus proyectos vitales, éste es un continente donde la lucha migrante no cesa.
El Covid-19 arremete entonces en un espacio geográfico de antemano marcado por la tensión entre (in)movilidad y control, tensión que toma matices mucho más violentos en contextos desiguales. Ese es el caso de las Américas. En las últimas décadas la desigualdad socioeconómica, entre los países del continente y al interior de los mismos, se ha profundizado sin precedentes históricos. De ahí que, en solo dos meses, la pandemia haya desnudado la desatendida e irresuelta desigualdad estructural, desatando consecuentemente considerables afectaciones en nuestros países. A la emergencia sanitaria hoy se suma el colapso económico y el de los sistemas de protección social, hechos que en conjunto asolan las vidas de las poblaciones más vulnerabilizadas, siempre racializadas, como aquellas en condición de movilidad humana.
Entre el 1 de abril y el 15 de mayo de 2020, once equipos de investigación (con alrededor de 30 investigadorxs) se organizaron para relevar información de prensa en torno a la cuestión migratoria en las Américas durante el brote de Covid-19, creando el proyecto (IN)MOVILIDAD EN LAS AMÉRICAS (http://www.inmovilidadamericas.org). Casi la mitad los miembros de este equipo internacional pertenece a los Grupos de Trabajo CLACSO del eje Migración y movilidad humana: el GT Fronteras: movilidades, identidades y comercios, y el GT Migración Sur-Sur.
A escala nacional, este equipo ha producido un registro digital de las medidas de control, situaciones de alerta que enfrenta la población migrante y respuestas sociales que ocurrieron en 19 países del continente: Canadá, USA, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Cuba, Haití, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Brasil, Argentina y Bolivia. A escala transnacional, en cambio, han identificado situaciones comunes que demuestran cómo durante la pandemia la tensión entre (in)movilidad y control se ha exacerbado provocando efectos espaciales en el continente, mientras formas de contestación social y lucha migrante persisten. Estas son las once situaciones identificadas: 1- Cierre de fronteras e híper vigilancia; 2- Híper-nacionalismo selectivo; 3- Espiral de violencia al sur; 4- Irregularizados y desposeídos de derechos; 5- Suspensión del derecho al asilo y al refugio; 6- La producción del miedo como forma de control; 7- Espacios de confinamiento y sacrificio humano; 8- Migración en reversa; 9- Esenciales pero desechables; 10- Niñez y adolescencia al borde; y, 11- Respuestas sociales.

Al ser éste un proyecto en construcción, es su intención generar conversaciones y debates vía el espacio digital en torno a estas situaciones identificadas y quizá a nuevas que vayan surgiendo en el futuro. Se impulsarán encuentros virtuales entre lxs investigadorxs de este proyecto, e invitados diversos como líderes de organizaciones de migrantes, activistas, investigadorxs, periodistas, entre otros actores. Estos encuentros serán de acceso público y quedarán grabados y subidos en esta página web. Los debates serán sistematizados para producir textos reflexivos que alimenten la breve explicación inicial que consta en cada una de las secciones de la página web.
La página web es un archivo digital en permanente ampliación que sirve para investigar y conocer críticamente la complejidad entre (in)movilidad y control y sus efectos espaciales en el continente. Los contenidos de la misma también pueden ser de suma utilidad para la enseñanza virtual.
¡Naveguen por la página, léanla, miren los videos y fotos y ayúdennos a difundirla!