“Hoy, más de un tercio de latinoamericanos y latinoamericanas son pobres”

(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 13 de julio 2022)

Hoy estoy en Colombia para participar de un seminario que justamente discute las cuestiones centrales del desarrollo, organizado por varias universidades colombianas, como la Universidad de Antioquia, la UNAULA (Universidad Autónoma Latinoamericana), la Red de Ética del Desarrollo y varios Centros Miembros de CLACSO.

Además para vivir también el clima social y político de expectativa frente a lo que será en menos de un mes el cambio de gobierno y la asunción de Gustavo Petro y Francia  Márquez y donde reafirmamos la voluntad de CLACSO de apoyar este proceso que se inicia y que genera tanta expectativa por supuesto para Colombia, pero para toda nuestra América, que se inicia en breve: apoyar el proceso desde nuestros 100 Centros colombianos en Colombia y por supuesto desde los distintos programa que CLACSO desarrolla en Investigación, Formación, Comunicación y en el área Editorial.

Siempre decimos: CLACSO tiene el propósito de generar transformaciones sociales e incidencia en políticas públicas. Y qué mejor contexto entonces que este primer gobierno progresista que van a estar asumiendo en Colombia Gustavo Petro y Francia Márquez en pocos días.

-Realmente es un cambio muy importante, lo hemos hablado en varias oportunidades. La fotografía que vimos y la circulación del encuentro que tuviste en el mano a mano con Francia Márquez en un momento clave para la región y para Colombia en particular. Entiendo que hay la posibilidad de un panorama nuevo que se abre en el contexto de un país que muchas veces estuvo obligado a procesos más conservadores. Es un cambio que puede generar un nuevo paradigma a nivel regional.

-Sí, absolutamente. Es la primera vez que va a asumir un gobierno progresista en Colombia y hay que destacarlo. Un gobierno progresista que coloca en el centro la paz, la democracia, los derechos humanos, la justicia y la equidad, y justamente esos son los procesos que desde CLACSO queremos apoyar. Por eso, además de participar en dicho seminario, vamos a estar sosteniendo algunas reuniones de cara a ese proceso político que se abre en pocos días en Colombia. Nos hubiera gustado sostener una reunión presencial con Francia Márquez, pero por distintas razones de agenda y de estar en distintos lugares del país, tuvimos que hacer nuestra reunión virtual. En breve seguramente estaremos dialogando con ella y con otros integrantes de este proceso político colombiano de manera presencial.

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-En este camino relacionado con lo que tú decías de Colombia y el panorama de nuestra América, entiendo que por la presentación que nos hiciste la semana pasada para poder ir hablando cada uno de estos ejes centrales o núcleos, en qué lugar está nuestra América, uno de ellos tiene que ver con la pobreza que parece estar realmente en situaciones cada vez más complejas que van de la mano de las lógicas de las desigualdades. Tú nos comentarás lo que tenés previsto para la jornada en el día de hoy.

-Te propongo empezar efectivamente por una de las dimensiones o manifestaciones de las desigualdades que es la pobreza. ¿Por qué empezar por este tema? Porque efectivamente es un tema que está afectando de manera muy importante a nuestra región latinoamericana y caribeña. Hoy con datos de 2021, podemos decir que más de un tercio de los latinoamericanos y latinoamericanas están en situación de pobreza, es decir, son pobres. Representan concretamente el 34% de la población o lo que es lo mismo a casi 210 millones de personas. Además, sabemos que esta situación se ha agravado como resultado de la pandemia, porque la pandemia ha ocasionado daños en un tejido social que ya era extremadamente vulnerable y esto implicó un aumento muy significativo de la pobreza y la desigualdad. Hay algunas mediciones que nos muestran que el índice de Gini, que es el que mide la desigualdad, habría aumentado un 5.6% con respecto a 2019 si los gobiernos de la región no hubieran implementado las políticas que se realizaron durante la pandemia para tratar de alivianar un poco esa situación. Hoy lo que vemos es que efectivamente ese índice de Gini aumentó un 3%, la desigualdad en América Latina. Además, como siempre lo hemos planteado en nuestras columnas de InfoCLACSO, sabemos que esto no impacta de la misma manera a toda la población. Y que las mujeres, en este caso también, han sido uno de los colectivos poblacionales más perjudicados. Si tomamos los datos de la CEPAL, durante la pandemia 2020-2021 el 13.4% de los varones no tenían ningún ingreso propio, mientras que las mujeres que estaban en esa situación eran prácticamente el doble, es decir, el 26%. No tener ingresos propios queda claro lo que significa y es uno de los indicadores que se utiliza también para hablar de situaciones de pobreza. Para esto lo que hay que hacer es trabajar sobre la autonomía económica de las mujeres y particularmente con las políticas de cuidado. Porque muchas de esas mujeres sin autonomía económica durante los años 2020-2021 de la pandemia se debe a las demandas de cuidado o la necesidad de cuidar a los integrantes de sus hogares y por eso no poder salir a trabajar.

Además, también sabemos que la pobreza extrema repuntó con la pandemia: la tasa de pobreza extrema en la región pasó del 13.1% de 2020 a casi un 14% en 2021 (y no tenemos todavía los datos de 2022). Esto nos muestra, además, cómo se cortó esa reducción que había tanto a nivel de la desigualdad como la pobreza extrema en nuestra región en la década pasada. Recordemos solamente que entre 2003 y 2013 las personas en situación de pobreza extrema bajaron del 24% al 11.5% hasta 2013. Pero cuando miramos los datos de casi el 14% de 2021, vemos cómo la tendencia no solo se corta sino que se revierte y es una cifra que va en alza. A pesar de que en 2021 tuvo un repunte desde el punto de vista económico, es decir, hubo un crecimiento en las economías o en las mayorías de las economías latinoamericanas y caribeñas.

Además, también podemos decir que crece el grupo de las personas vulnerables que son aquellas que se encuentran a las puertas de la pobreza o en el límite de la clase media. Es decir, personas que hoy formalmente integran la clase media por el nivel de ingresos que tienen, pero que ante cualquier circunstancia de reducción en el mercado de trabajo, reducción salarial o pérdida incluso de algunas políticas sociales sobre protección social que reciben, muy rápidamente caen en situación de pobreza. Es lo que se llama la clase media informal que en 2019 representaba el 37% de la población, mientras que la clase media propiamente dicha representaba el 38% de la población en nuestra región. Ahora las personas vulnerables o esa clase media vulnerable han llegado casi al 40%. Hay que tener en cuenta esta cifra, porque hoy formalmente no figuran en las estadísticas de pobreza, pero sabemos que ante cualquier modificación de su situación pasan a engrosar esas cifras lamentables de la pobreza.

También los datos que se han conocido son sobre los bajos niveles de capacidad de ahorro que destaco este tema, porque suelen ser el colchón que tienen o tenemos las personas ante situaciones de crisis económicas particularmente. En América Latina y el Caribe hay un bajo nivel en capacidad de ahorro de las personas: un 30% de los latinoamericanos y las latinoamericanas podrían subsistir sin ingresos entre uno y menos de tres meses. Mientras que uno de cada cuatro latinoamericanos solamente podría subsistir como máximo un mes con sus ahorros. Es decir, la capacidad de sobrevivir o de responder a una crisis como la pandemia que para mucha gente implicó la pérdida repentina de ingresos es realmente muy baja. Además, también en el extremo de esta distribución, encontramos que hay un 15% de las personas que con sus ahorros o su capacidad de ahorro actual no alcanzaría a sobrevivir una semana, es decir, siete días si perdiera su fuente de ingreso o de trabajo. Todo esto por supuesto está muy asociado a la informalidad en las situaciones de trabajo de las personas en América Latina y el Caribe y a los bajos niveles de protección social.

Quiero mencionar que también existe –y se dio a conocer a fines de 2021– lo que se llama el índice de pobreza multidimensional. Porque hasta ahora esto que he compartido contigo, refieren a las mediciones más clásicas de la pobreza que básicamente miran los ingresos. Pero también tenemos ese índice de pobreza multidimensional que se calcula a nivel mundial que lo elabora el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la iniciativa de Oxford para la pobreza y el desarrollo humano. Que además de los ingresos mide también la pobreza con indicadores como la salud deficiente, la educación insuficiente y el bajo nivel de vida, es decir, incorpora otros indicadores. Esto nos muestra que el último informe que es de 2021 y se hizo para 109 países y abarcó por lo tanto a casi 6 mil millones de personas, muestran resultados interesantes además combinados con dimensiones que nosotros hemos tratado en InfoCLACSO como el género, la etnia, la raza, en más de 40 países. Es la primera vez que aparece este índice de pobreza multidimensional que permite hacer estos cruces y que los iremos viendo en otros informes con raza, con género y con etnia. Y los resultados evidentemente nos muestran el impacto que tienen estas dimensiones de la raza, el género y la etnia en la pobreza desde el punto de vista multidimensional.

El panorama general nos muestra que alrededor de 1.300 millones de personas en el mundo viven en pobreza multidimensional. Aproximadamente la mitad de las personas que viven en pobreza multidimensional son menores de 18 años y el 8% tiene 60 años o más. Esta cifra es para tener una primera distribución por edades y en momentos también donde en América Latina se está discutiendo y abordando la importancia de la inversión en niños, niñas, adolescentes y juventudes desde el punto de vista de desarrollo. Por supuesto que esto también tiene un impacto en América Latina, aunque no es la región más afectada de acuerdo a los resultados de este indicador de pobreza multidimensional. Las regiones más afectadas están en África, particularmente en África subsahariana y en algunas regiones de Asia. Estos datos debemos tenerlos presente, porque nos muestra cómo ese viejo tema de la pobreza que en muchos casos desaparece en la preocupación de las investigaciones o desaparece en la preocupación de las políticas, sigue siendo un tema absolutamente vigente en nuestra región y en el mundo, sobre todo como consecuencia de estos dos años de pandemia que no han hecho más que agravar esta situación.

-Pienso también en la lógica de niños y niñas sobre todo los primeros años de edad que claramente es una situación de pobreza que implica una condena futura. Es decir, la posibilidad de alimentarse bien, la construcción educativa, pienso de lo complejo que es trabajar un tema así que no queda solamente en una resolución que pueda tenerse en los próximos años o meses, sino que cada grupo de niños o niñas que están expuestos a situaciones de exclusión grande es una condena a largo plazo muy importante.

-Absolutamente. Por eso lo resalto porque allí estamos en definitiva haciendo lo que se llama la reproducción generacional en términos de la pobreza. Si no invertimos, si no trabajamos, si no nos preocupamos por abordar esa situación en la niñez, es decir, para niños, niñas y adolescentes, son varias generaciones por delante en las que seguiremos hablando lamentablemente de estos temas. Y lo coloco también porque en la discusión del sistema de protección social en América Latina, este tema debe ser una prioridad muy clara en la protección social de carácter universal para todos los niños, niños y adolescentes en nuestra región.

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