En defensa de la libertad de Julián Assange

 En defensa de la libertad de Julián Assange

El Grupo de Trabajo CLACSO Economía Política de la Información, la Comunicación y La Cultura (EPICC) expresa la urgencia de generar una acción internacional y hace un llamado de atención a los organismos encargados de defender los derechos humanos en el plano internacional y americano, para que se ponga fin a la detención del periodista australiano Julián Assange, sobre quien pesa una orden de extradición a los Estados Unidos, que, de concretarse, supondría un peligro inminente para su vida y su integridad física y psíquica y, además, constituiría simbólicamente el triunfo del sistema hegemónico internacional de censura y castigo al ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información.

Assange se encuentra prisionero en el penal de alta seguridad de Belmarsh en el Reino Unido, un centro de reclusión que ha sido denominado “la versión británica de Bahía de Guantánamo”, desde el año 2019, a raíz de que el gobierno del Ecuador, entonces presidido por Lenín Moreno, primero, revocara intempestivamente el asilo diplomático que le fue otorgado en 2012 y, segundo, permitiera el ingreso de la policía británica a su embajada en Londres para aprehenderlo, en una violación sin precedentes al derecho internacional humanitario.

Julián Assange, creó Wikileaks en 2006 y logró revelar al mundo más de diez millones de documentos relacionados a corrupción, guerra, espionaje y graves violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno de los Estados Unidos. El caso de mayor gravedad fue la divulgación pública de un video donde se ve el asesinato de dos periodistas y doce civiles desde un helicóptero de guerra. El vídeo se titula “Collateral Murder” y ha circulado por el mundo entero. En represalia, las autoridades estadounidenses iniciaron el procedimiento de extradición de Assange a Estados Unidos y le formularon 18 cargos por los que podría recibir una condena de 175 años de cárcel. El caso tiene claras motivaciones políticas y constituye un grave atentado contra la libertad de información. La relatora especial contra la tortura de la ONU, Alice Jill Edwards, sostiene que existen al menos tres razones críticas y urgentes de preocupación: la primera es que Assange sufre de un trastorno depresivo y, por lo tanto, su extradición a los Estados Unidos podría exacerbar sus condiciones médicas subyacentes, lo que implica un riesgo muy concreto de suicidio. Cabe recordar que las “Reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de reclusos”, conocidas como Reglas Nelson Mandela, indican que más de 15 días de aislamiento o reclusión en régimen de aislamiento equivalen a tortura, y que Assange lleva casi 5 años confinado. La segunda es que Assange no podrá defenderse en libertad en los Estados Unidos y, si es condenado, en el mejor de los casos continuará recluido en condiciones degradantes. La tercera razón por la que esta extradición atenta contra los derechos humanos es que Assange se enfrenta a una pena que es dos veces y media el equivalente a una cadena perpetua en otros países, y los castigos excesivos son considerados malos tratos en el derecho internacional.

Finalmente, es preciso recordar que la justicia estadounidense cuenta con disposiciones que autorizan la pena de muerte para ciertos delitos, con lo cual la extradición de Julian Assange incumpliría el compromiso asumido públicamente por el gobierno británico de no entregarlo a un país donde puede recibir la condena capital.

Assange es perseguido por ejercer el derecho a la libertad de expresión y denunciar abusos de autoridad, delitos de lesa humanidad y corrupción, todas cuestiones que no se corresponden con poner en riesgo la seguridad de un país. En estos días el periodista australiano continúa en una cárcel de máxima seguridad de Londres a la espera de la decisión del tribunal que debe decidir si se concreta su deportación a Estados Unidos.

Frente a la inminencia de una decisión judicial que permita la extradición del periodista Julian Assange, el Grupo de Trabajo CLACSO Economía Política de la Información, la Comunicación y La Cultura expresa su enérgica condena a todo tipo de violación de los derechos humanos y exige el resguardo inmediato de su integridad.

Esta persecución política ya ha traído consecuencias gravísimas para la salud física y mental de Assange, y cada nuevo día de confinamiento lo coloca más cerca de la muerte. No podemos permanecer indiferentes.

6 de enero 2024
Grupo de Trabajo CLACSO
Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura

Este pronunciamiento expresa la posición del Grupo de Trabajo Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura y no necesariamente la de los centros e instituciones que componen la red internacional de CLACSO, su Comité Directivo o su Secretaría Ejecutiva.