“CLACSO está comprometido con la igualdad de género”
(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 1 de marzo 2023)
En marzo tenemos dos grandes ejes temáticos. Primero, desde hace algunos años en CLACSO lo llamamos “Marzo, Mes de las Mujeres”, una iniciativa que también se ha desarrollado en otros países de América Latina y el Caribe. Marzo, Mes de las Mujeres, porque proponemos recorrer los distintos aportes y elementos que CLACSO trabaja en torno a uno de los ejes centrales que es el de la igualdad de género.
CLACSO está comprometido con la igualdad de género, considera al género uno de los ejes principales de su trabajo y de todos los programas que desarrolla en materia de investigación, de formación, de difusión, de producción editorial, de los conversatorios y de todas las acciones que realizamos. Entonces, ya hace algunos años llamamos a marzo Mes de las Mujeres. Y desde el primero de marzo estamos comenzando esa campaña para hacer aún más visible el aporte que las mujeres realizan en el campo de las ciencias sociales y las humanidades, para también hacer visibles los avances, pero también los caminos pendientes que quedan en materia de igualdad de género en la región latinoamericana y caribeña.
Por eso, propongo además de comenzar la campaña Marzo, Mes de las Mujeres, destinar mis columnas durante el mes de marzo a distintas dimensiones o problemáticas para las mujeres en materia de igualdad en América Latina y el Caribe. En ese sentido, quiero anunciar una primera dimensión en términos de igualdad de género entre los varones y las mujeres que es la que refiere a la autonomía política de las mujeres. Es decir, entendiendo a la autonomía como un concepto realmente importante en materia de género.
Una de esas dimensiones es la autonomía en la toma de decisiones. Refiere a la participación a nivel político, a nivel social, a nivel de los distintos espacios en definitiva de las sociedades latinoamericanas y caribeñas de varones y de mujeres.
Cuando miramos qué es lo que está ocurriendo específicamente en esta dimensión de la autonomía en la toma de decisiones o la autonomía política de las mujeres, allí también nuevamente encontramos luces y sombras. Algunos indicadores sobre la presencia de las mujeres en los distintos niveles, por ejemplo, del poder estatal o distintos niveles del poder del Estado, nos permiten ver o aproximarnos a la participación desigual en función del género entre varones y mujeres, y cómo por tanto vulneramos allí la autonomía de las mujeres en la toma de decisiones.
Los datos más recientes que han salido tanto por parte de organismos de Naciones Unidas como ONU Mujeres, CEPAL, OIT y de otras organizaciones, muestran con mucha claridad que la representación de las mujeres es insuficiente en todos los niveles de toma de decisiones y por supuesto eso es así en nuestra región latinoamericana y caribeña, pero también es una constante en el resto del mundo.
Si miramos, por ejemplo, el informe de ONU Mujeres, solamente en todo el mundo hoy hay 28 países que tienen como máxima autoridad o como jefa de Estado o de gobierno a una mujer. Y 119 países donde nunca ha existido una mujer ocupando ese máximo cargo de representación de autoridad política y gubernamental. Apenas en 14 países de todo el mundo, además si miramos el Poder Ejecutivo, los gabinetes han alcanzado la paridad, el 50 por ciento o más en la representación de las mujeres.
Recordemos: En promedio, a nivel demográfico poblacional, las mujeres somos algo más del 50 por ciento (exactamente casi el 52 por ciento). Si miramos ahora América Latina y el Caribe de acuerdo a los datos del Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, las mujeres solo ocupan el 28 por ciento de las carteras ministeriales en los poderes ejecutivos de nuestra región.
Es conveniente destacar algunos casos puntuales como el de Costa Rica, que justamente desde el 2018 posee un gabinete paritario compuesto en un 50 por ciento por mujeres o el caso más reciente de Chile con un gabinete donde 14 de los 24 cargos ministeriales son ocupados por mujeres, es decir, más del 50 por ciento (58 por ciento para ser más exacta).
La falta de paridad en la participación de las mujeres no es exclusiva de los poderes ejecutivos. Podemos mirar otro de los indicadores que releva la CEPAL que es el de la presencia de las mujeres en las Cortes Supremas. Pongo este ejemplo, porque también hemos hablado en InfoCLACSO el tema del Poder Judicial y la relación de los poderes judiciales con la democracia. ¿Qué pasa con la presencia de las mujeres en las Cortes Supremas? En muchos países de la región, las mujeres no alcanzan ni a ocupar una quinta parte de las bancas de los Tribunales Supremos de Justicia. Por ejemplo son los casos de México, Brasil, Colombia y también Argentina, que además son los países más poblados y más extensos de nuestra región latinoamericana y caribeña.
También cabe destacar, en el sentido contrario, el avance de las mujeres en muchos de los máximos tribunales de la región en el Caribe, países como Cuba, Jamaica, Guyana o el Tribunal Supremo del Caribe Oriental, que es una autoridad judicial de nueve de las Islas caribeñas, allí la presencia de las mujeres supera el 60 por ciento. Esto es a nivel del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.
¿Qué pasa en el Poder Legislativo? Quizás se lo mira con más frecuencia, porque puede ser el más visible por las funciones que cumplen los poderes legislativos y las cámaras en cada uno de nuestros países. Allí es un área donde vemos avances efectivamente, quizás incluso donde más se ha avanzado. No nos olvidemos que por medio de la Ley de cuotas en la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños, refiere a los cargos electivos en momentos de elecciones de cómo se elaboran las listas.
Si bien es cierto que estos puestos siguen siendo todavía ocupados en su mayoría por varones, la región sigue manteniéndose a la cabeza del camino a la paridad en los parlamentos nacionales a nivel mundial. Es decir, es de las regiones que más ha avanzado en términos de alcanzar la paridad a nivel del mundo. Para dar un dato más preciso, a finales de 2022 dicho promedio estaba en el entorno del 35% en los parlamentos o en los legislativos nacionales en nuestra región.
Los países con legislativos más paritarios son: Cuba, México, Bolivia, Costa Rica y Argentina. Allí si miramos el otro extremo o los casos que se ubican en el otro extremo, encontramos a Brasil, Paraguay y Colombia, donde las mujeres tienen realmente poca participación en las bancas parlamentarias.
En definitiva, ¿por qué traigo estos datos? Para ir situando en una de las dimensiones de la autonomía, iremos recorriendo otras a lo largo del mes de marzo en qué es lo que está ocurriendo con la participación de varones y mujeres. Teniendo presente además que prácticamente todos los países del mundo se han comprometido a lograr la participación política y la distribución equilibrada del poder entre varones y mujeres en el ámbito de la toma de decisiones.
¿Dónde se han comprometido? En muchos pactos internacionales, como por ejemplo la plataforma de Beijing que tanto marca la agenda del Movimiento de Mujeres y la agenda feminista en la región o en algo más reciente como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) al 2030.
Sin embargo, la mayoría de los países están lejos de lograr este equilibrio de género en términos de compartir la toma de decisiones.
Toma de decisiones que, por supuesto, afecta directamente la vida de todos y de todas en todos los ámbitos, desde el más cotidiano hasta el nivel más agregado. Allí tenemos un déficit democrático en términos de la representación de las mujeres. Este tema (y muchos otros más) lo estaremos abordando a lo largo de este mes, para ya colocar algunos de estos puntos en debate en el marco de la iniciativa que llamamos Mes de las Mujeres en CLACSO.
40-50-50: Memorias, Derechos Humanos y Democracia
-Marzo va a tener también otro tema realmente muy central para nuestra América y para América del Sur en particular, que ha vivido procesos dictatoriales muy brutales. Este 2023 se cumplen 40 años de la recuperación de la democracia en Argentina, 50 años del comienzo de la dictadura en Uruguay y 50 años del comienzo de la dictadura en Chile (24 de marzo, 27 de junio y 11 de septiembre). ¿Cuáles son las iniciativas también para este mes de marzo?
-Marzo nos estará marcando por ser “Marzo, Mes de la Mujeres”, también todo este trabajo que estaremos realizando se enmarca dentro de nuestras Plataformas para el Diálogo Social, donde justamente la cuestión de género es uno de los ejes sustantivos de esas plataformas. Pero también lo es el eje de la democracia, los derechos humanos, la memoria, y este año tiene esa particularidad en lo que empezamos a llamar a partir de hoy en CLACSO “40-50-50”. ¿Por qué? Porque 2023 es un año marcado justamente por los 50 años de los golpes de Estado, golpes cívico-militares en Uruguay y en Chile (junio en Uruguay y septiembre en Chile del año 73’). A su vez, también por los 40 años del retorno a la democracia en la Argentina que se conmemora en este mes de marzo de 2023.
Acontecimientos todos estos que son sin duda parte de nuestra historia contemporánea de toda América Latina, en particular del Cono Sur. Y que son desafíos que están absolutamente presentes en la búsqueda actual de cómo seguir fortaleciendo el camino democrático de nuestras sociedades. Democracia que también se ha visto amenazada, sometida a procesos de inestabilidad política en la región; recordemos Brasil, lo que está pasando en el Perú (y que sigue ocurriendo) y que nos marca ese camino que hemos denominado “40-50-50”. Que comienza aquí en marzo con lo que es esa semana de la democracia y de la memoria en Argentina y que luego tendrá su punto de recorrido por Uruguay y por Chile por esos 50 años de los golpes cívico-militares. ¿Qué queremos con estas acciones? Queremos fortalecer la democracia, queremos mantener viva la llama de la memoria y queremos seguir trabajando por tener derechos humanos para todos y para todas en nuestra región. Y eso no es posible sin memoria y sin sistemas democráticos robustos, además de, por supuesto, como siempre proclamar el Nunca Más. Nunca Más dictaduras, Nunca Más golpes de Estado en nuestra región y por supuesto Nunca Más ausencia de respeto a los derechos humanos. Estaremos realizando una serie de actividades también en este camino que comienza hoy en marzo de 2023 que hemos denominado “40-50-50”.
-En ese sentido, el primer epicentro de estos encuentros de debate, de análisis, de diferentes y diversas presentaciones, será en Buenos Aires 21 y 22 de marzo.
-Efectivamente. Vamos a estar comenzando ese recorrido o ese proceso de trabajo y de análisis de los desafíos actuales y de la construcción de alternativas para América Latina y el Caribe en Buenos Aires a 40 años de la recuperación democrática de la Argentina, promoviendo estos diálogos sociales el 21 y 22 de marzo en el Centro Cultural de la Cooperación, un Centro Miembro de CLACSO con quien organizamos conjuntamente este capítulo de las Plataformas para el Diálogo Social en torno a “40-50-50: Memorias, Derechos Humanos y Democracia”, para luego continuar el trabajo por supuesto en el día a día, pero en el recorrido un segundo capítulo de encuentro en junio en Uruguay y un tercero en septiembre en Chile, además de todas las acciones que se irán realizando a lo largo de este 2023.
-Me genera cierta tentación de preguntarte por la intersección entre ambos temas, porque evidentemente en el marco del Mes de las Mujeres, hablando también de las violaciones de los derechos humanos, los colectivos de las mujeres también fueron brutalmente perseguidos y sufrieron todo tipo de violencias en las dictaduras de nuestra América, sobre todo en las dictaduras del Cono Sur. Entiendo que ahí ya hay una primera intersección entre ambas temáticas, pero podría haber varias que se intentaron endurecer en esa etapa tan brutal de nuestra región.
-Absolutamente. Es una dimensión central de esos procesos que se vivieron en nuestra región y quizás aún una de las dimensiones menos exploradas cuando se habla de lo que ocurrió tanto en Uruguay, Argentina como en Chile en esos tiempos. No quiere decir que no se haya trabajado recientemente sobre estos aspectos, pero todavía queda mucho por explorar en las mujeres como víctimas directas de estos procesos de dictadura, víctimas directas además con las que hubo un encarnizamiento especial por su condición de mujeres en términos de la violación de sus derechos humanos y de una de las dimensiones que vamos a hablar también a lo largo de marzo, que tiene que ver justamente con la autonomía física de las mujeres como la violencia, los derechos sexuales reproductivos, entre otras. Y también el otro lado que se ha abordado poco, es el papel que tuvieron las mujeres en las resistencias durante los períodos dictatoriales y en los procesos de recuperación y construcción democrática en nuestros países. Entonces, sin duda, son dos temas relacionados, no podemos hablar de memoria, no podemos hablar de derechos humanos y por supuesto no podemos hablar de democracia sin incorporar una mirada de género y una mirada feminista. En marzo CLACSO estará trabajando entonces en torno al Mes de las Mujeres, pero también en torno a esta iniciativa centrada en el “40-50-50: Memorias, Derechos Humanos y Democracia”.
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