Chile: 5 claves para entender la importancia de la nueva Constitución
(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 31 de agosto 2022)
Previo al plebiscito de este domingo en Chile, propongo conversar sobre la temática de una Nueva Constitución que se somete a opinión de chilenos y chilenas, y retomar algunos de los argumentos que impulsamos desde CLACSO en torno a este tema.
Me parece particularmente importante en un eje central que, desde CLACSO, trabajamos, discutimos, aportamos y debatimos, que tiene que ver con las democracias, con las consolidaciones de los sistemas democráticos en nuestros países, y vaya si colocar una Nueva Constitución a la opinión popular es un acto fundamental de los sistemas democráticos.
Además, porque en Chile se está discutiendo el tema de la Constitución bajo la idea de un nuevo pacto social, que se propone en el texto que será sometido a opinión popular de este domingo, remite centralmente a cuestiones que hacen a la democracia, como la paridad, a temas estratégicos para Chile y la región como la cuestión medioambiental, la consideración de las plurinacionalidades, género y diversidades.
Desde CLACSO apoyamos concretamente este debate en la posición que se ubica con el apruebo de este texto constitucional, porque creemos que es efectivamente la posibilidad de construir una sociedad más justa y más igualitaria en Chile. Y que justamente esta Nueva Constitución que expresa ese nuevo pacto o contrato social (y también ambiental), tiene características incluyentes, plurinacionales y se plantea un horizonte de justicia social.
-Antes de avanzar sobre esa lógica de destacar algunos puntos de la Nueva Constitución en Chile, me interesa remarcar algunas cuestiones. Porque esta discusión sobre un nuevo pacto social que plantea tantas cuestiones interesantes y necesarias, se da en un mundo de fake news, de falsas noticias, de discursos que intentan marcar supuestas cosas aberrantes para asustar a parte de la población. Una parte está poniendo en eje la discusión de las temáticas reales y otros agarran cucos o fantasmas para opacar y cerrar la discusión…
-Absolutamente. Como hemos visto en otros momentos en la historia de América Latina, esto se está viendo ahora en Chile. Por eso queremos contribuir, desde InfoCLACSO, marcando los puntos que nos parecen sobresalientes a destacar de esta Nueva Constitución, sobre todo bajo esta idea de la propuesta de un nuevo pacto o contrato social que le permita a Chile un horizonte de mayor justicia social. Y como contribución modesta, sin lugar a dudas, en contra de ests tendencia de fake news, de mentir deliberadamente que estamos observando en algunos medios de comunicación.
Entonces, uno de los primeros puntos que yo quiero destacar es esta idea de la democracia paritaria. Es la primera vez (no solamente en Chile, sino en el mundo) que justamente un número equivalente o equiparado de varones y mujeres redacta un texto constitucional. Es decir, la paridad estuvo en la redacción misma de este texto que se somete a consideración. Este principio de la paridad, además, se observa en la Nueva Constitución que define a Chile como una democracia paritaria, es decir, no es una casualidad sino que se plantea de manera explícita esta idea de la democracia paritaria, lo que significa que las mujeres y los varones ocupen al menos el 50% de todos los órganos del Estado y que se tomen medidas concretas para alcanzar esa igualdad sustantiva y esa paridad, es decir, está incluido en el texto. Y eso me parece un primer punto muy importante que, por supuesto hace al debate mismo de las democracias actuales en América Latina.
-Es uno de los grandes temas no resuelto en todas las democracias, donde todavía escuchamos discursos envejecidos, espantosos y retrógrados con respecto a la lógica de la paridad, sabiendo muy concretamente las dificultades que tienen muchas mujeres en el acceso a la participación política. Pensaba: cuando una mujer dirigente con participación política expresa algunas cuestiones y un hombre usa los mismos términos, hacia la mujer en general hay argumentos ofensivos, y eso molesta, relacionado con sus características desde físicas hasta intelectuales. En general hacia los hombres este tipo de críticas no aparece…
-Absolutamente. Y no solamente hay una serie de reflexiones. Tenemos el libro que presentamos en México #CLACSO2022 titulado “Siempre fue sobre nosotras” de Manuela D’Ávila, que justamente habla de este tema: la violencia en el ejercicio de la política en este caso en Brasil, pero por supuesto que también está en todos los países de América Latina.
Además, volviendo al tema de la paridad, pensemos en la realidad de nuestros países, donde hablamos de políticas de cuotificación, pero no de paridad plenamente. En la Nueva Constitución de Chile que se somete a consideraciones este domingo, esto está dicho sin medias tintas, directamente: en grupo se redactó, fue paritario y la propuesta es que la democracia chilena sea paritaria para todos los órganos del Estado.
El segundo punto que quiero destacar es el Estado plurinacional e intercultural, para superar esa omisión histórica hacia los pueblos indígenas y los pueblos originarios. La Constitución que está actualmente vigente (la de Augusto Pinochet) no menciona a los pueblos originarios ni a los pueblos indígenas. Este nuevo proyecto define a Chile como un Estado plurinacional e intercultural, y reconoce once pueblos y naciones y a su vez abre la puerta a otros que puedan ser reconocidos en la forma que establezca la ley.
Lo dicho no solamente se queda en el reconocimiento, sino que también ordena constituir autonomías regionales indígenas con autonomía política, pero precisando que su ejercicio no permite la secesión ni atentar contra el carácter único e indivisible del Estado de Chile y que las competencias de estas autonomías serán definidas por la ley. Justamente para ir en contra de las fake news, esto no significa en ningún caso dividir a Chile en once países, sino que justamente es la integración y reconocimiento de esas autonomías pero en la integración de un Estado plurinacional e intercultural. Es un punto también muy importante y es la reparación de una omisión histórica en el Estado chileno.
-Y que decididamente ha sido utilizado en muchos casos siempre en líneas generales por los gobiernos más conservadores de generar todo tipo de herramientas represivas frente a los reclamos de estas comunidades originarias.
-Hay un tercer punto que me parece importante, que es asegurar las condiciones para la interrupción involuntaria del embarazo, el parto, la maternidad voluntaria y protegida. Cambiar de esta ley actual que “protege” la vida del que está por nacer (así está mencionado) a asegurar todas estas condiciones. Esto es reconocer el ejercicio libre, autónomo y no discriminatorio de los derechos sexuales y reproductivos entendidos en su globalidad. Y que el Estado tiene que asegurar las condiciones para que esto ocurra. Por lo tanto, el Estado tiene que asegurar las condiciones para el embarazo, el parto, la maternidad y también para la interrupción involuntaria del embarazo. Y para ir en contra de las fake news, esto no quiere decir que el embarazo se vaya a interrumpir en cualquier momento, de cualquier manera, sino que como en otros países que ya tiene estas leyes (Argentina por ejemplo) está debidamente regulado y reglamentado por los legisladores y las legisladoras en cada uno de los países.
-La interrupción involuntaria del embarazo sigue siendo un eje de discusión muy grande a nivel latinoamericano y hoy en Chile, pero que sin lugar a dudas repercute en otros lugares. Porque así como se ha generado repercusiones en algunas legislaciones en la República Argentina y a nivel latinoamericano. Así que esperamos también que ese sentido sea de impacto y ya que se abra la discusión es muy importante. ¿Hay algún otro punto relacionado con la Constitución que te parezca marcar?
-Sí. El siguiente punto lo creo muy importante. Refiere a pensiones, salud y cuidado. Lo pondría bajo el título (como lo menciona la Constitución) Estado social y democrático de derecho. La Constitución del 80’ que está vigente en Chile en este momento, afirma la prescindencia del Estado siempre que el privado pueda hacerse cargo, o sea, un Estado subsidiario, un Estado solamente para aquellos que no tienen por alguna razón posibilidad de acceder al sector privado. Y ahora se afirma de manera contundente que es deber del Estado preocuparse de elementos tan básicos como: la educación, la vivienda, la salud, las pensiones y el trabajo. Esto es realmente un cambio de paradigma político y de modelo político en Chile y que tiene que ver con el Estado de bienestar, con la construcción de un sistema de bienestar y de protección social. Y además es una respuesta directa a las demandas del estallido chileno claramente.
En este sentido, se incluye también dentro de este capítulo el derecho a los cuidados en sintonía con lo que se ha hecho en Uruguay y otros países de la región, se plantea el derecho a los cuidados en tres dimensiones: el derecho a cuidar, a ser cuidado y al autocuidado. Esta temática forma parte de la nueva generación de derechos, es un derecho clave que junto a los derechos económicos y culturales, marca una diferencia significativa en camino, si nos mudáramos a Colombia, hacia el “Vivir Sabroso” y el “Buen vivir” o “Vida digna” de Ecuador, que también estuvieron en la base de los reclamos del estallido de 2019. Entonces, aquí aparece la discusión en torno a la sostenibilidad de la vida como un principio rector para una nueva organización social. Entonces, el Estado cuidador como orientación de los nuevos servicios públicos parece ser uno de los temas interesante de esta Constitución de Chile, que además le agrega el cuidado del carácter de ser plural, plurinacional, pluricultural y que implica por lo tanto también reconocer las diferentes formas de cuidados que se dan en las distintas comunidades y pueblos originarios.
Luego tenemos otro punto que es el tema del agua, que pasa a ser considerada inapropiable, es decir, se establece el agua como un bien público y como un bien inapropiable, y se establece con claridad el derecho humano al agua que prioriza sobre los demás usos y crea una agencia nacional de agua para uso sostenible. Pensemos además que esto se da en Chile que tiene problemas para el acceso al agua, que está además ahora como otras regiones también atravesando un momento de mega sequía, donde muchas comunas están bajo emergencia hídrica, en fin, en una situación muy particular.
Y asociado al agua, hay otro punto que tiene que ver con el medio ambiente: es la idea que la naturaleza también tiene derechos y que es deber del Estado y de la sociedad también proteger y respetar los derechos de la naturaleza. Para eso, establece también este texto constitucional que será necesario promover una educación ambiental y científica mediante procesos de formación y de aprendizaje permanentes. Y establecer que quien dañe el medio ambiente tiene el deber de repararlo. Entonces, me parece que estos puntos del agua y el ambiente también se establecen con mucha claridad en el texto y además se reconocen como derechos.
-Clarísimo, Karina, ahí son 5 puntos clave que permiten entender la dimensión que tiene la nueva Constitución que, obviamente, está enmarcada en la intersección de una disputa de poder muy grande. Porque todos los temas planteados –pero específicamente en los últimos– están enmarcados en lógicas directrices del neoliberalismo que venían calando muy profundamente todos los últimos años, que se terminaron estructurando casi como una matriz de cómo llevar adelante algunas cuestiones. Y evidentemente ahí entiendo que la disputa de poder es enorme, porque hablar de servicios públicos para la gente en vez de empresas privadas que lucren con esas cosas, hablar del agua como un bien público y no caudales de agua en manos privadas, es muy disruptivo para como venía toda la situación. Y evidentemente eso pone en crisis sobre todo a los sectores conservadores.
-Absolutamente. Y por eso decía que justamente este texto representa una ruptura con el paradigma actual y también representa la expresión clara de un nuevo modelo político y de desarrollo para Chile. Es, además, sentar los principios de la construcción de un Estado social que, entre otras cosas, significa el desplazamiento del mercado como eje rector y regulador de todos los aspectos de nuestra vida. Correr al mercado de ese lugar y darle al Estado el lugar que debe tener en la organización social y del bienestar individual y colectivo en nuestras sociedades.
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