Acuerdo por la prevención de la tortura

El viernes 12 de julio, Karina Batthyány, Directora Ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, firmó un convenio con el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT) de Argentina representado por su Presidente, Juan Manuel Irrazabal.
Participaron también del acto por el CNPT Alan Iud, Secretario Ejecutivo; Silvina Irrazabal, Directora del área de Mecanismos Locales; María Laura Escobar, Asesora de Presidencia; y Mariana Pristupin, Responsable de edición de informes y publicaciones. Por CLACSO, Pablo Vommaro, Secretario Académico; además de Leandro Gamallo del Grupo de Trabajo “Vigilantismo, violencia colectiva y gobernanza securitaria”.
Juan Manuel Irrazabal sostuvo que “un Sistema Nacional de Prevención en el actual contexto histórico del país y de la región, para no extendernos más porque puede ser también del mundo, nos tiene que llevar a integraciones mayores. Por eso este intercambio con CLACSO para nosotros es fundamental. Creemos que vamos a llegar pronto a tener un Sistema Nacional de Prevención latinoamericano, que es el objetivo de Argentina y otros países aliados, y en algún momento armar un puente con países que no sean de la región y que puedan compartir con nosotros compromisos, convicciones y acciones efectivas para prevenir no solamente la tortura, malos tratos, tratos crueles, inhumanos o degradantes, sino fundamentalmente violencia estatal en todas sus manifestaciones. Porque el humor de las sociedades contaminadas por una mala práctica de la prensa o de algunos actores políticos, hace que sus gobiernos incumplan compromisos internacionales, que además de violar derechos humanos, recaen fuertemente y de manera desgravosa sobre personas que tienen que ser protegidas por esos gobiernos. Por eso para nosotros este convenio es fundamental, es un punto de apoyo para nuestra actividad en la República Argentina, para transferir estas experiencias a otras jurisdicciones provinciales de la República Argentina, sobre la base de la cooperación y de la complementación, que es el leitmotiv del trabajo conjunto, la forma en que tenemos que trabajar conjuntamente en el marco de un sistema nacional de prevención. Pero por la importancia que tiene CLACSO, por su calidad académica, por sus aportes institucionales, creemos que también puede ser un fuerte punto de apoyo para las experiencias que desde la Argentina queremos llevar al resto de la región.”

Para Karina Batthyány, “este convenio simboliza este compromiso de ambas instituciones, de CLACSO y del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, en trabajar en la defensa y en la promoción de los derechos humanos con toda su amplitud y toda su significación a nivel regional y, por supuesto, aquí en Argentina. En este caso concreto podremos avanzar en colaboraciones en las distintas áreas de trabajo de ambas instituciones, en investigación, en formación, en términos de difusión y comunicación de todos los conocimientos en torno a la prevención de la tortura y de otros tratos crueles, inhumanos, degradantes (…) Este convenio se integra perfectamente con las actividades que estamos realizando en nuestras plataformas para el diálogo social y nos va a permitir sumar esfuerzos y recursos para poder abordar como venimos haciendo de manera integral y efectiva los desafíos en torno a los derechos humanos y específicamente a los abusos, torturas, malos tratos…” Tras lo cual invitó al CNPT a “participar activamente en nuestra próxima conferencia regional latinoamericana y caribeña, la Décima Conferencia de CLACSO, que nos agrupará bajo el lema ‘Horizontes y transformaciones para la igualdad’, donde el eje de democracia y derechos humanos será central, la cual tendrá lugar del 9 al 12 de junio de 2025 en Bogotá, Colombia.”
A su vez, Alan Lud coincidió en la importancia del convenio “como tantos otros que firmamos con organizaciones que hacen trabajo territorial, trabajo académico, trabajo de articulación institucional, del tipo que sea, cooperativas, de liberados, distintos abordajes donde la preocupación central es reducir el ejercicio de la violencia estatal. Y eso se ve muy marcado en las investigaciones y el trabajo que hace CLACSO”. Tras lo cual explicó que, “si bien hemos tenido experiencias previas al nuevo gobierno argentino, desde que está el gobierno nacional con el protocolo antipiquetes lo hemos potenciado, venimos haciendo un monitoreo del uso de la fuerza en manifestaciones públicas, una línea que me parece que es importante que un organismo público de derechos humanos, nacional, en un escenario donde se desmantela todo, está bueno también compartir el trabajo que estamos haciendo, tener ahí un intercambio y que eso se pueda potenciar también en ese diálogo institucional.”
Pablo Vommaro agregó que este convenio “surge desde uno de los 87 Grupos de Trabajo que tiene CLACSO, el de ‘Vigilantismo, violencia colectiva y gobernanza securitaria’ (…) siendo que todos los Grupos de Trabajo tienen como uno de sus propósitos, de sus objetivos, poder articular desde la producción de conocimiento con la política pública y, en este caso, por supuesto, con la prevención de la tortura o de la violencia estatal. Es uno de los objetivos fuertes no sólo producir investigación situada, rigurosa, colaborativa, sino también poder trabajar junto con las políticas públicas en un sentido amplio, estatales, pero también desde la sociedad civil, desde la política pública societal, fortaleciendo estos valores y estos principios que tienen que ver con construir sociedades más justas, más igualitarias, más democráticas y más libres, porque igualdad y libertad para nuestras concepciones van de la mano y una sociedad más libre también es una sociedad menos violenta o con menos violencia estatal.”
Finalmente, para Leandro Gamallo “este convenio puede ser un hito entre las instituciones y un puntapié para una alianza, una red que es fundamental para las dos instituciones. Vivimos en este momento en Argentina una situación muy particular donde el Comité está teniendo un rol central, un momento en el que el Estado Nacional viola derechos humanos básicos como la libertad de expresión, el derecho a la protesta, entre otras cuestiones, y cuando los Estados Nacionales son quienes violan los derechos humanos se activan los mecanismos internacionales; y ahí me parece que CLACSO puede tener un rol importante en su lucha permanente, en su denuncia y en su articulación con instituciones de la educación pública, científicas, gubernamentales de la región, y en ese sentido me parece que este puede ser un lazo y una unión muy importante.”
El CNPT es un organismo de monitoreo, control y seguimiento de los lugares donde se encuentran personas en situaciones de encierro, creado por la Ley N° 26.827 en el año 2013 que comenzó a funcionar en diciembre de 2017. Tiene como finalidad actuar como órgano rector articulando y coordinando el Sistema Nacional de Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. También diseñar y recomendar acciones y políticas para la prevención de la tortura, y promover la aplicación de directivas, recomendaciones y criterios a las autoridades competentes a nivel nacional, provincial y municipal.
Está integrado por diversos organismos públicos, tanto nacionales como provinciales, que trabajan por los derechos de las personas privadas de la libertad. El Comité garantiza la articulación entre éstos, y a la vez es el único organismo facultado a nivel nacional, provincial y municipal para realizar visitas de inspección, sin previo aviso, a unidades penitenciarias, comisarías, alcaidías, centros de institucionalización por motivos de salud mental, centros de responsabilidad penal juvenil, residencias para adultos mayores y cualquier otro lugar donde se encuentre una persona privada de su libertad por decisión de una autoridad pública, o con su consentimiento.
Comité Nacional para la Prevención de la Tortura
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