Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución del nieto 131

 Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución del nieto 131

“Con felicidad anunciamos una nueva restitución de identidad… Nos volvimos a ilusionar” dio a conocer la asociación Abuelas de Plaza de Mayo el jueves 22 de diciembre. “Como si el fin de año se hubiera empeñado en cumplir deseos, luego de casi tres años, volvemos a celebrar el hallazgo de un nuevo nieto, el 131. Otra vez confirmamos que los casi 300 hombres y mujeres que viven con su identidad falseada están entre nosotros, y nos volvemos a ilusionar con un 2023 con más restituciones”, afirmó el organismo.

En conferencia de prensa, la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, contó que el nuevo nieto encontrado es hijo de Lucía Nadin y Aldo Hugo Quevedo, dos mendocinos que militaban en el PRT-ERP. A partir de la reconstrucción de sus historias que se pudo hacer gracias a los testimonios de quienes los conocieron, se supo que entre septiembre y octubre de 1977 Aldo y Lucía, que ya estaba embarazada de dos meses, fueron secuestrados por la dictadura. Por el testimonio de sobrevivientes del terrorismo de Estado se supo que fueron llevados a los centros clandestinos de detención “Club Atlético” y “Banco” en Buenos Aires. Luego Lucía fue trasladada entre marzo y abril de 1978 para dar a luz presumiblemente a la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). “Desde entonces no se supo nada más de la pareja ni del bebé”, contó Carlotto.

Los familiares de Lucía y Aldo fueron los que motorizaron una búsqueda que terminó cuando el Banco Nacional de Datos Genéticos informó al Juzgado Federal N°4 que el hombre que había aceptado someterse al análisis de ADN era efectivamente el hijo de Lucía y Aldo.

“En estos 45 años hemos resuelto 131 casos. A pesar de la pandemia seguimos trabajando día a día con esperanza y con la convicción de que vamos a encontrar a nuestros nietos y nietas que pueden estar en cualquier parte de mundo”, señaló Estela. Y agregó: “Sólo en los últimos 4 años, dos de ellos en pandemia, se analizaron más de 3 mil personas con dudas de identidad con presentaciones espontáneas y cerca de otros 400 casos a través de la justicia”.

“Es un trabajo constante, silencioso, paciente y amoroso. Falta mucho, el tiempo no se detiene y en estos años debimos despedir a queridas compañeras que no pudieron concretar el merecido abrazo. Los nietos que faltan encontrar rondan los 45 años, son hombres y mujeres con vidas construidas. Las Abuelas les decimos que sólo queremos sumar verdad a sus historias. Los y las esperamos con amor”, concluyó Estela.



En la ESMA, Campo de Mayo, Pozo de Banfield y otros centros de detención de la dictadura de 1976 a 1983, funcionaron verdaderas maternidades clandestinas, incluso con listas de matrimonios en “espera” de un nacimiento, y unos 500 hijos e hijas de desaparecidos fueron apropiados como “botín de guerra” por las fuerzas de represión. Algunos niños fueron entregados directamente a familias de militares, otros abandonados en institutos como NN, otros vendidos. En todos los casos les anularon su identidad y los privaron de vivir con sus legítimas familias, de sus derechos y de su libertad.

Nada ni nadie detuvo a las Abuelas de Plaza de Mayo para buscar a los hijos de sus hijos. Tareas detectivescas se alternaban con diarias visitas a los juzgados de menores, orfanatos, oficinas públicas, a la vez que investigaban las adopciones de la época. También recibían las informaciones que la sociedad les hacía llegar sobre sus posibles nietos.

Así, paso a paso, con coraje de mujeres y de abuelas, hoy pueden anunciar un nuevo triunfo de la verdad, la justicia y la memoria: la restitución del nieto 131.


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