Corresponsabilidad de los cuidados
En la última jornada de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, en Buenos Aires, el viernes 11 de noviembre se realizó la Mesa sobre Corresponsabilidad de los cuidados.
Con la moderación de Doris García Paredes, Ministra de la Secretaría de Estado en el Despacho de Asuntos de la Mujer de Honduras, participaron:
Wendy Pérez, Directora General del Servicio Plurinacional de la Mujer y de la Despatriarcalización (SEPMUD) del Estado Plurinacional de Bolivia.
Ana María Baiardi, Gerenta de Género, Inclusión y Diversidad de la Vicepresidencia Corporativa de Programación Estratégica del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
Rosario Galarza Meza, Oficial de Interseccionalidad de la Alianza Internacional de la Discapacidad (IDA).
Ruth Díaz Medrano, Presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Trabajadoras (FENAMUTRA) de la República Dominicana.
Naiara Leite, Coordinadora Ejecutiva de Odara – Instituto da Mulher Negra e integrante de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.
Cerró el panel Karina Batthyány, Directora Ejecutiva de CLACSO, quien resaltó la importancia de los aportes de quienes la precedieron en la palabra y destacó sobre los cuidados: “Hemos avanzado, sin duda, pero queda mucho camino por recorrer”.
“El debate sobre cómo incorporar la complejidad del cuidado en una lógica de derechos se relaciona con la igualdad de oportunidades, de trato y de trayectorias en el marco de un contexto de ampliación de los derechos de las personas que conduce a un nuevo concepto de ciudadanía. Es importante resaltar este punto y entender que esto remite en última instancia a debates en torno a la democracia. A lo largo de la historia, el Estado se ha transformado en protector ante riesgos y contingencias que las personas experimentan durante su vida. Al sumar la noción de cuidados en los programas estatales, se introduce un inédito enfoque de políticas sociales de nueva generación que incluye, por supuesto, a los pilares clásicos del Estado del bienestar (salud, seguridad social y educación), pero agrega el cuidado de los menores y de los mayores no como una excepción cuando no hay familia que pueda asumirlo, sino como una regularidad social desconocida hasta ahora.”
Luego de demandar que “se diseñen políticas públicas para reconocer, reducir y redistribuir los cuidados y promover un cambio en la actual división sexual del trabajo”, entre otras consideraciones, sostuvo: “Entre las lecciones aprendidas podemos destacar el potencial de las políticas de cuidados para impactar de manera positiva en la equidad de distribución del ingreso entre varones y mujeres, la promoción de procesos de cambio poblacionales, la división sexual del trabajo, el déficit de cuidados a nivel familiar y el mercado de trabajo. También se ha podido entender que, en nuestros países, las desigualdades sociales están estrechamente vinculadas con la provisión inequitativa de cuidado familiar y social, lo que conforma un verdadero círculo vicioso: la población con más recursos dispone de un mayor acceso a cuidados de calidad y tiene, a su vez, menos miembros del hogar que cuidar; por el contrario, quienes disponen de menos recursos enfrentan una serie de desventajas porque no pueden pagar por cuidados, acumulan más carga de trabajo doméstico familiar, se les dificulta el acceso a los servicios públicos y terminan por contratar a cuidadoras en condiciones de informalidad.”
“El reto más grande es cómo avanzar hacia un mundo en el cual las personas a nivel individual, y la sociedad en su conjunto, reconozcan y valoren la importancia de las diferentes formas de cuidado, pero sin reforzarlas como una tarea que solo las mujeres y las niñas pueden y deben hacer”, agregó Karina Batthyány, quien concluyó: “Se trata de promover una nueva forma de hacer política pública que incorpore al género desde su base (…) Implica un nuevo modelo de relación entre individuo, familia y Estado basado en la responsabilidad social del cuidado de las personas. Como sostiene el documento de CEPAL, no es momento de cambios graduales, es momento de políticas transformadoras. Necesitamos sistemas integrales de cuidados, pactos fiscales y políticas para el mercado laboral y, en ese contexto, la academia debe cumplir un papel relevante a la hora de desafiar las fronteras del conocimiento.”
XV Conferencia Regional sobre la Mujer de ALC
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