Solidaridad con el movimiento social popular de Panamá
Comunicado del Comité Directivo y de los Centros Panameños de la red CLACSO
Después de la invasión norteamericana a Panamá, se instala un gobierno democrático neoliberal que impulsó la transferencia de recursos públicos al sector privado. Esto generó indicadores que describían un crecimiento económico sin desarrollo social. Las tasas de crecimiento que mostró la economía panameña van acompañadas de producción desigualdades y exclusiones. Los efectos sociales de las medidas adoptadas para afrontar la emergencia sanitaria del covid-19 contribuyeron a profundizar estos procesos, se incrementó el desempleo y la informalidad, más de 200 mil contratos de trabajo suspendidos no han sido reactivados, mientras que la administración del presidente Laurentino Cortizo canalizó los recursos públicos para proteger al sector bancario y logístico. A lo anterior, se le suma el despilfarro por parte de altos funcionarios y la galopante corrupción, mientras que se aplican medidas de austeridad para contener el gasto público dirigido a la protección de los sectores vulnerables.
Lo anterior fue la gota que derramó el vaso y ha hecho que los movimientos sociales a lo largo del país y, en las tres últimas semanas, se manifiesten en las calles. En el extremo occidental, el movimiento indígena se muestra como principal actor, mientras que, en la región Central, campesinos y gremios de magisteriales mantuvieron tomados por varios días la ciudad de Santiago. En la capital y la región occidental, sindicatos, gremios y productores campesinos se unen a la lucha. Las demandas del movimiento social magisterial son:
- El congelamiento del precio de los productos de la canasta básica.
- La rebaja de los precios de los medicamentos y abastecimiento de insumos en los hospitales públicos y de la Caja de Seguro social donde acude la clase trabajadora y los más humildes.
- El congelamiento de los precios del combustible.
- El aumento del presupuesto nacional dirigido a educación.
- El establecimiento de ganancias máximas para los importadores e intermediarios.
- Eliminación prebendas que reciben altos funcionarios públicos.
- Eliminación de la corrupción en los tres poderes del Estado.
Antes estas demandas, el gobierno responde con represión, criminaliza la protesta social y, con apoyo de los medios de comunicación hegemónicos, inició una campaña de descrédito de la lucha popular. Además, propone implementar medidas insuficientes y contraproducentes que pudieran agudizar el malestar social.
Después de varios días de cierre y enfrentamientos, se inicia un diálogo entre el Ejecutivo y la mesa única del movimiento popular con la Iglesia Católica como facilitadora. Sin embargo, el gobierno se resiste en presentar soluciones reales para los problemas de la población e impactar en la estructura oligopólica que controla la importación y la distribución de alimentos, combustible y fármacos, así como la evasión fiscal impune que en última instancia son las causas reales del problema.
Los centros panameños de la red CLACSO se solidarizan con el movimiento social popular y su lucha en la construcción de una sociedad más igualitaria, democrática, inclusiva, diversa y popular. Al mismo tiempo, denuncian las artimañas implementadas por el gobierno en la mesa de diálogo que busca dividir la expresión popular y las presiones de la élite oligarca financiera, que desde ya han anunciado que no aceptarían los acuerdos que pudiera generar esta mesa de diálogo. Solicitan el cese de la represión y la violación de los derechos humanos de los pueblos originarios. Al mismo tiempo se hace un llamado a la unidad de las fuerzas progresistas como único medio para la transformación social.
Centros Panameños de la red CLACSO
Comité Directivo de CLACSO
Panamá, 25 de julio 2022
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