Basta de matarnos. Las vidas indígenas importan
Los últimos 20 días –o mejor dicho, los últimos cuatro años– han sido de gran dolor y tristeza para los pueblos indígenas y para quienes se involucran, piensan, elaboran e interactúan con ellxs. En 2018, el actual presidente de la República, Jair Bolsonaro, en campaña política en la ciudad de Dourados, Mato Grosso do Sul (MS), ya decía: “Si yo asumo [la Presidencia de Brasil] no habrá más un centímetro de tierra para los indígenas.” (Dorados (MS), 08/02/2018). Dicho y hecho: ha paralizado las demarcaciones territoriales y ha intentado liberar, facilitar, “pasar el ganado” y aprobar normas legales en el Congreso Nacional, para permitir los megaproyectos de minería, el arrendamiento, la soja, la ganadería y las misiones religiosas en los territorios originarios. ¡Desde entonces, no hemos tenido un solo día de paz!
El año 2022 comenzó con una noticia aterradora, en abril fue comunicado en los diários que dos niñas yanomami fueron violadas, una muerta y otra desaparecida, en una de las tierras indígenas más amenazadas por la minería, ubicada entre las provincias de Amazonas y Roraima, en la Amazonía. (Tierra Indígena Yanomami). Recientemente, el 5 de junio, el indigenista Bruno Pereira y el periodista británico Dom Philips fueron brutalmente asesinados, en uno de las muchas vueltas que se forman a lo largo del río Itacoaí, en Vale do Javari, también en la Amazonía. Estos diversos crímenes revelan la ausencia total del Estado brasileño hacia los pueblos indígenas y la Naturaleza. Delitos como estos no son nuevos, siempre han existido. En Mato Grosso do Sul, durante décadas, siglos, mujeres y hombres Guaraníes Kaiowas han sido cruelmente asesinados por personas que tienen nombre y domicilio correctos –el Estado, por su policía y terratenientes– por retomaren sus tierras tradicionalmente ocupadas.
Según la lideresa que encontró uno de los cuerpos sin vida de los Guaraníes -con las “tripas afuera”, tal como lo hicieron con Bruno y Dom-, los ataques comenzaron a las 4 a.m del viernes 24 de junio y se prolongaron hasta la medianoche. Hubo disparos de todos lados, desde el cielo (helicóptero) y tierra. La nota de Aty Guasu (24 de junio de 2022) registra que policías mezclados con pistoleros acudieron a Tekoa Gwapo’y Mi Tujury, en el municipio de Amambai, para realizar el embargo, sin presentar ningún documento oficial y sin ninguna orden o documento judicial que comprobaba el operativo y en una acción de fuerza irrazonable dispararon contra los indígenas y mataron a dos de ellos. Aty Guasu contabilizó 29 heridos que fueron “torturados dentro de los hospitales por la policía”.
Estos crímenes no salieron en la prensa nacional. Pasó desapercibido para millones de espectadores. Y lo que mostraron los medios fue que los indígenas eran responsables de su propia muerte. Estaban “invadiendo la propiedad privada”. Los cuerpos y vidas guaraníes –sean Mbyá, Ñandeva, Kaiowa– no son importantes a los ojos del Estado. En Mato Grosso do Sul lxs guaraníes están acorralados, rodeados de soya y veneno por todos lados; a lo largo de las rutas, en los campamentos. Sus casas de reza son constantemente quemadas y sus cuerpos violados. Sufren por la ausencia las políticas públicas (educación, salud); del hambre.
En 2013, una investigación socioeconómica y nutricional, con enfoque de derechos humanos, realizada por FIAN demonstró que el índice de inseguridad alimentaria, que mide la dificultad para acceder a alimentos en cantidad y calidad adecuadas, era del 100% entre los Kaiowa. Tres años después, en 2016, una delegación del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONSEA), con representantes del gobierno federal y de la sociedad civil, visitó a los pueblos indígenas Guaraní y Kaiowa, en siete municipios del MS, con el objetivo de garantizar espacio para escuchar a las comunidades (campamentos y reservas), sobre las ocurrencias de vulneración del Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuadas (DHANA) y derechos territoriales, así como debatir con los organismos públicos los desafíos y propuestas para garantizar estos derechos.
La retomada de los territorios originarios consiste en el proceso de recuperación, por parte de los propios pueblos indígenas, de áreas ocupadas por ellxs y que se encuentran en posesión de personas no indígenas. Son acciones políticas desarrolladas colectivamente. En todo el país, de norte a sur, se han llevado a cabo la retomada ante la falta de garantía del Estado por los derechos constitucionales (artículos 231 y 232) que han sido violentamente reprimidos por el Estado. Las razones de las retomadas son varias, no se limitan solamente a las formas de presión política para la demarcación de tierras por parte del Estado. Se trata de la reafirmación de identidades étnicas que han sido negadas, borradas, invisibilizadas, permitiéndoles ser vistas como sujetos políticos, con el fin de garantizar los derechos expresados en la Constitución Federal de 1988[1]; garantizar la continuidad de un pueblo; la reconexión con los ancestros, “con los espíritus del bosque y la naturaleza, con el sentido de nuestra vida para nosotros y para nuestro mundo”[2].
Los guaraníes están intrínsecamente ligados a la tierra, que no es un mero objeto. En ella están impresas las relaciones con la Naturaleza y con todos los seres que la habitan y la forma en que se involucran con ella. La pérdida de tierra – territorio, se desdobla en enfermedades físicas y espirituales para ellxs. Las acciones de recuperación territorial son una forma de sanar el territorio ancestral (Alarcon, 2019).[3]
[1] https://cimi.org.br/2022/04/retomada-indigena-maranhao/
[2] https://www.brasildefato.com.br/2021/11/14/retomadas-em-todo-o-pais-indigenas-ocupam-suas-terras-ancestrais-ainda-que-sob-ataque
[3] Referencias: Alarcon, Daniela Fernandes. O retorno da terra. As retomadas na aldeia Tupinambá da Serra do Padeiro, sul da Bahia. São Paulo: Elefante, 2019.
CONSEA. Tekoha: direitos dos Povos Guarani e Kaiowá: visita do Consea ao Mato Grosso do Sul. – Brasília : Presidência da República, 2017.
FIAN Brasil. O direito humano à alimentação adequada e à nutrição do povo Guarani e Kaiowá: um enfoque holístico. Brasília. 2016.
28 de junio de 2022
Grupo de Trabajo CLACSO
Epistemologías del Sur
NuSUR (Núcleo sur-sur de estudios poscoloniales, performances, identidades afrodiaspóricas y feminismos) IDAES/Universidad Nacional de San Martín
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