CLACSO frente a la crisis social y política en el Ecuador

Los 12 días de movilizaciones convocadas por el movimiento indígena del Ecuador y la creciente participación de diversos sectores sociales (feministas, estudiantes, trabajadores y trabajadoras, jóvenes, gestores y gestoras culturales, entre otros), muestran con claridad el descontento acumulado de la sociedad. El movimiento indígena, desde hace poco más de un año, le ha propuesto al gobierno un diálogo directo. Al igual que en 2019, demandan la reducción de la tarifa de los combustibles, sus 10 demandas buscan aliviar las condiciones de vida de la población y contener la agresión sobre sus territorios. Sin embargo, las posibilidades de resolver el conflicto parecen estar cada vez más lejos.
Nos consterna observar que el gobierno ha priorizado una estrategia de represión que atenta contra las condiciones mínimas de una sociedad democrática, no sólo porque ha emitido un Estado de Excepción que legitima la vulneración de derechos, activa presencia de los militares y el uso progresivo de la fuerza; sino que, además, el apresamiento del presidente de la CONAIE Leónidas Iza; la militarización de la Casa de la Cultura Ecuatoriana que es un espacio simbólico de las lucha de todos los movimientos sociales; y los discursos que intentan vincular la protesta con el narcotráfico, el crimen organizado y los viejos fantasmas de la guerrilla –en este caso Sendero Luminoso–, terminan aupando un escenario de polarización que no ayuda a la construcción del diálogo que el propio presidente reclama.
Las denuncias del uso de armas de fuego y el amedrentamiento de la policía sobre civiles es una forma de actuar que la sociedad en su conjunto rechaza. Las organizaciones de derechos humanos han sido muy claras en mostrar el ascenso de la violencia y la vulneración de derechos. En este 12vo día de paro se habla ya de 3 muertos, 49 vulneraciones de derechos, 93 personas heridas, 94 detenciones y 4 desaparecidas.
Como sociedad debemos respetar el ejercicio de los derechos ciudadanos, los derechos colectivos y el derecho a la protesta. Instamos al gobierno al cese de la represión y criminalización de la protesta, en este momento debe velar por la seguridad de los y las ciudadanas, y buscar instrumentos democráticos para el diálogo con el movimiento indígena y el resto de sectores.
Comité Directivo de CLACSO
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