Repudio a la violencia institucional contra espacios artístico-culturales, universidades y escuelas politécnicas en Ecuador
Los regímenes autoritarios a lo largo de la historia han tenido un común denominador: hostigar y atentar contra el pensamiento, los conocimientos y los espacios que lo promueven. Hemos visto en el transcurso de la semana que los sucesos acontecidos en el Ecuador se destacan por la violencia institucional contra espacios artístico-culturales, universidades y escuelas politécnicas evocando las peores intenciones de los gobiernos más nefastos que han tenido nuestros países latinoamericanos.
Repudiamos todo acto que atente en contra de la seguridad y la tranquilidad de estudiantes y docentes universitarios, así como de la Autonomía Universitaria en el Ecuador, más aún cuando algunos centros de educación superior han sido declarados como centros de acogida y zonas de paz. En las universidades no hay espacio para las armas, sino para las ideas y las preocupaciones por sociedades más justas y mejores.
Rechazamos también la insistencia en criminalizar a aquellas personas que luchan por los derechos sociales, entre ellos, el derecho a la educación. Luego de la pandemia, es un error suponer que las necesidades económicas, alimenticias y educativas siguen siendo las mismas. Al contrario, los sectores históricamente marginalizados han recrudecido en sus necesidades. En ese sentido, el sector indígena y campesino – al localizarse en su mayoría en la ruralidad – son parte de los grupos más golpeados de la
pandemia y de las políticas de ajuste neoliberal. Por lo tanto, el Movimiento Indígena ecuatoriano tiene plena legitimidad en pedir mejores condiciones de vida para sus hijos, mejores condiciones de acceso a los recursos materiales y culturales de los que hoy están siendo despojados.
Basta comprobar las estadísticas de desnutrición entre el sector urbano y sector rural. Por una parte, según datos oficiales recientes al menos 4 de cada 10 niñxs del campo sufre de desnutrición crónica. Las posibilidades de movilidad social, la salud, la salud mental, el desempeño cognitivo y la educación se ven trágicamente reducidas cuando tenemos niñas y niños negados de la alimentación apropiada.
Está claro que este no es un problema que se resuelve con caridad, esto es parte de los derechos humanos y como tal se deben exigir políticas públicas que permitan su resolución. Alimentarse bien es parte de una vida digna, parte constitutiva del Sumak Kawsay (Buen Vivir), horizonte de la Constitución del Ecuador. Por otra parte, respecto a la conectividad, los sectores rurales apenas alcanzan alrededor de 20% de acceso al internet. Una conexión de calidad es en la actualidad parte de la infraestructura educativa y constituye un servicio básico que debe ser garantizado – más aún cuando la principal apuesta fue por la “virtualidad” de la educación durante la pandemia. Abunda la evidencia sobre que, con los antecedentes expuestos, las brechas educativas entre la urbanidad y ruralidad se aumentaron.
La movilización en el Ecuador tiene plena coherencia y son justos sus reclamos porque expresan profundos malestar y demandan condiciones dignas de vida, mientras que la respuesta del gobierno es repudiable cuando criminaliza, hace uso excesivo de la fuerza, militariza y extiende racismo y menosprecio hacia los ciudadanos. Nos solidarizamos con todas las personas que, asumiendo un derecho sustancial como el de protestar, se encuentran en las calles reclamando ser escuchadas por el gobierno ecuatoriano a fin de que se despoje de sus vicios autoritarios y despliegue efectivamente políticas públicas en beneficio de las mayorías marginadas.
Por el derecho a la educación, por una vida digna, y por la paz con justicia social.
23 de junio de 2022
Grupo de Trabajo CLACSO
Políticas educativas y derecho a la educación
Esta declaración expresa la posición del Grupo de Trabajo Políticas educativas y derecho a la educación y no necesariamente la de los centros e instituciones que componen la red internacional de CLACSO, su Comité Directivo o su Secretaría Ejecutiva.
