Diploma Superior en Infancias y Derechos Humanos

Partimos del reconocimiento de la diversidad presente en el contexto latinoamericano y caribeño, así como de la creación histórica de un discurso de desigualdades y violencias como características del subdesarrollo, que ha legitimado la intervención económica y política extranjera en los territorios, a partir de procesos de colonización de las culturas, los cuerpos, las identidades y las subjetividades de sus habitantes. El discurso de la violencia también ha naturalizado su práctica en las relaciones cotidianas al considerarla una característica intrínseca de la condición humana y un rasgo presente en los procesos evolutivos de las sociedades. A su vez, este discurso de naturalización ha permitido invisibilizar la presencia de desigualdades y violencias.

En dicho contexto se han construido, legitimado y reproducido unas narrativas hegemónicas respecto a los niños y las niñas y a sus agentes socializadores desde miradas deficitarias como las de vulneración de derechos, que los posiciona como dependientes e inmaduros emocional, cognitiva y políticamente y, por tanto, demandantes de tutela y protección; o como la mirada del riesgo que generan en los contextos en los que participan, debido a su afectación frente a lo vivido en las relaciones de violencia y desigualdad. En dichas narrativas se han dejado de lado sus experiencias, conocimientos, necesidades y expectativas en tanto actores sociales. Respecto a las familias, estas narraciones desconocen su potencial como escenario de formación humana y por tanto, las nombran como ámbito privado separado del espacio público. En ese sentido, la familia es vista desde una visión funcional e institucional que la pone como el espacio por antonomasia de satisfacción de necesidades básicas, de reproducción social de la especie, de regulación de la sexualidad y control de la parentalidad, etcétera, desconociendo las prácticas educativas y de socialización que cotidianamente desarrollan las familias y que pueden ser espacios vitales de formación de sujetos políticos.

Estos discursos hegemónicos han hecho que los niños, las niñas y sus familias sean narrados como víctimas, y en algunos casos como victimarios en los contextos de violencias y desigualdades, situación que los deja en un lugar de dependencia y pasividad frente a los adultos. Es decir, que en la historia de nuestras naciones esos sujetos han tenido un protagonismo reproductor, pero no han sido asumidos como sujetos con capacidad generativa para las prácticas políticas y culturales de resistencia y re-existencia.

Las prácticas relacionadas con los modos en que las infancias narran el mundo a la vez que son narrados por él ponen en debate una serie de enfoques y perspectivas teórico-metodológicas, cuyo abordaje comprende que tales narrativas operan histórica y políticamente e implican siempre un ejercicio de poder y de emancipación.

En general, la presencia de las violencias y las desigualdades –raciales, de género, generacionales, entre otras– y sus interseccionalidades ha llevado al silenciamiento de las voces de niños, niñas y sus familias, por su propia protección o por la protección de sus seres queridos. Esto ha llevado a que se olvide lo vivido desde sus propias voces. La verdad se ha considerado una única verdad y no se percibe como presente en aquellos niños y niñas dependientes, inmaduros o peligrosos. Por lo que sus sentidos y prácticas se han dejado de lado en la historia de nuestro continente.

Reconocer las situaciones descritas, la problematización, la comprensión, el abordaje, la potenciación y la transformación de las condiciones objetivas y subjetivas en las que los niños, las niñas y familias construyen su identidad y subjetividad en tiempos de pandemia, interroga al mismo tiempo por la relación sujeto-política-cultura-memoria, así como por las teorías del desarrollo humano, por las concepciones sobre el sujeto, la familia, la subjetividad, los escenarios, los procesos de socialización y las mediaciones político-culturales-comunicacionales, y por el contexto socio-histórico en el que acontecen. Frente al contexto descrito, el Diploma superior invita a la pregunta por los modos en los que los niños, las niñas y sus familias que viven en contextos de alta vulneración y violencias agencian su desarrollo humano con otros y otras y construyen y narran de manera generativa sus identidades y subjetividades políticas de modo tal que logran movilizar prácticas políticas y culturales de resistencia y re-existencia; teniendo presente la importancia de enfrentar y desactivar, desde la acción conjunta entre el gobierno, la sociedad civil, la comunidad internacional, la academia y los mismos niños, niñas, familias y agentes educativos, la naturalización cotidiana de la vulneración de los derechos arraigada en la desigualdad y la violencia, y cuyas directas consecuencias se perciben en la instauración de dinámicas sociales de exclusión y despolitización.

OBJETIVO GENERAL:

Abrir la reflexión sobre la construcción social de los niños y las niñas en contextos de vulneración de derechos, violencias y desigualdades en América Latina y el Caribe en tiempos de pandemia, en el marco de la cual emergen las subjetividades e identidades infantiles en procesos de socialización política y de construcción de prácticas políticas y culturales de resistencia y re-existencia.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Construir perspectivas de abordaje desde las ciencias sociales, pertinentes al contexto latinoamericano y caribeño, que orienten estudios en infancia en contextos de desigualdades y violencias, encaminados hacia la socialización política y las prácticas políticas y culturales de resistencia y re-existencia como vías para la transformación social a partir de un enfoque de derechos
2. Complejizar la mirada sobre los procesos de socialización de niños y niñas en contextos de desigualdades y violencias, a partir del reconocimiento de la importancia de los procesos relacionales en la construcción de sus subjetividades, identificando el potencial transformador de las relaciones en escenarios como la familia y la escuela y de la participación de niños y niñas y jóvenes como agentes sociales activos en la construcción de país.
3. Recorrer los proyectos políticos y las demandas de niños y niñas, sus modos públicos de expresión mediante la participación y la transformación de sus condiciones de (re)existencia.

El Diploma Superior en Infancias y Derechos Humanos está dirigido a estudiantes de grado y posgrado; docentes de todos los niveles; activistas y militantes de organizaciones sindicales, movimientos sociales y partidos políticos; funcionarios públicos; miembros y gestores de organizaciones no gubernamentales y profesionales interesados en la temática.

• María Camila Ospina Alvarado (CINDE, Colombia)
• Sara Victoria Alvarado (CINDE, Colombia)
• Alejandra Barcala (UNLa, Argentina)
• Daniel Llanos Erazo (ICSHE/UPS, Ecuador)
• Karina Batthyány (CLACSO - UDELAR, Uruguay)
• Susana Sosenski (UNAM, México)
• Karina Bidaseca (CONICET, Argentina)
• Alejandro Cussiánovich (Perú)
• Alberto Minujín (The New School University)
• Germán Guarín (Colombia)
• Mariana Rey Galindo (Argentina)
• Juan Carlos Amador (CINDE, Colombia)
• Rosana Mendoza (UARM, Perú)
• Keyla Rosa Estévez García (ICCP, Cuba)
• Ana Rita Russo de Sánchez (UNINORTE, Colombia)
• Claudia Calquín Donoso (USACH, Chile)
• Martha Martínez (España)
• Agustín Barna (FFyL/UBA, Argentina)
• Elsa Castañeda Bernal (Colombia)
• Jhoana Patiño (CINDE, Colombia)
• Indira Granda (CINDE, Venezuela)
• José Machain (FLACSO, Argentina)
• Karina Benavides (UPS, Ecuador)

El programa está conformado por 4 módulos y sus clases son de frecuencia semanal, cada módulo es dictado de manera consecutiva y están articulados entre sí.

Carga horaria total de 128 horas.

Los módulos que comprenden el diploma superior son: