Avanzar en la democratización del conocimiento

 Avanzar en la democratización del conocimiento

El InfoCLACSO en vivo del miércoles 27 de octubre tuvo un segmento destacado sobre la Semana Internacional del Acceso Abierto, con participaciones de Karina Batthyány, Secretaria Ejecutiva de CLACSO; Laura Rovelli, coordinadora del Foro Latinoamericano de Evaluación Científica (FOLEC) de CLACSO; Dominique Babini, asesora en CLACSO en política de acceso abierto; y Arianna Becerril García, Presidenta de AmeliCA y Directora Ejecutiva de Redalyc, la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal.

“El acceso abierto y libre al conocimiento científico fue, es y será una de las banderas más importantes de nuestra institución”, sintetizó Karina Batthyány, apuntando que “el acceso al conocimiento se ha ido convirtiendo en uno de los nudos centrales de la desigualdad (…) Defender el conocimiento como un bien público es también una forma de combatir la pobreza y la desigualdad y promover la participación democrática”.

A su vez, Dominique Babini aseguró que “el Acceso Abierto está en todas las dimensiones de nuestra vida (…) Hay que avanzar en la democratización del conocimiento y escuchar todas las voces”, asegurando que “CLACSO comparte y cuida la diversidad de colecciones en el Acceso Abierto del conocimiento”.

Para Laura Rovelli, “las políticas de evaluación en el circuito comercial reducen la producción del conocimiento” por ello “el Acceso Abierto necesita estar incluida en los procesos de circulación del conocimiento”. “Necesitamos que todos los libros estén en disponibilidad en la extensión del Acceso Abierto”, cerró.

Finalmente, Arianna Becerril García puntualizó que “hay que poner en debate la discusión de equidad estructural en el Acceso Abierto” y “preguntarse y cuestionar qué estamos haciendo para fortalecer el Acceso Abierto”. Y sentenció: “En términos de mercado, el oligopolio genera una crisis financiera”.

La Semana Internacional del Acceso Abierto, del 25 al 31 de octubre, se congrega este año a partir de la consigna “Importa cómo abrimos el conocimiento – Construyendo equidad estructural”, que se ajusta a la recomendación de la UNESCO sobre la ciencia abierta, de la que el acceso abierto es un componente crucial.


Karina Batthyány: “El acceso al conocimiento se ha ido convirtiendo en uno de los nudos centrales de la desigualdad”

Durante esta semana CLACSO junto a muchas instituciones y agencias con las que trabajamos dedicadas a la formación, la investigación y la promoción de la Ciencia y la Tecnología, celebra la Semana Internacional del Acceso Abierto.



En estos días CLACSO va a tener una presencia muy importante, organizando, auspiciando o participando, a través de distintos referentes en la materia, en eventos de distintos tipos: seminarios, coloquios, clases abiertas, simposios, y en el lanzamiento de libros y podcasts, entre otras actividades.

¿Por qué todo esto? Porque el acceso abierto y libre al conocimiento científico fue, es y será una de las banderas más importantes de nuestra institución y por eso estamos participando en la organización de la Semana del Acceso Abierto.

Tenemos que recordar que la promoción del acceso abierto a la producción académica latinoamericana y caribeña es una forma de democratizar el conocimiento”, es parte de uno de los objetivos fundacionales de CLACSO. Y creemos que en los últimos años este tema, además, ha cobrado una importancia aún mayor. Y esto se debe a que, como nunca antes, el acceso al conocimiento se ha ido convirtiendo en uno de los nudos centrales de la desigualdad. Y por eso en nuestra Conferencia, Las Tramas de las Desigualdades de junio del año próximo (2022), este tema estará muy presente.

Creemos que defender el conocimiento como un bien público que se distribuye a lo largo de la sociedad de manera equitativa, libre, colaborativa y no comercial, es también una forma de combatir la pobreza y la desigualdad y promover o fortalecer la participación democrática.

En esta lucha en la que estamos comprometidos, desde CLACSO tenemos muchas acciones que estamos realizando en el marco de esta semana, pero también acciones permanentes dentro de nuestras líneas estratégicas en CLACSO. Por ejemplo:

-La Librería Latinoamericana de Ciencias Sociales, que ofrece en descarga libre más de 3.500 libros de distintas colecciones.

-La Red de Bibliotecas Virtuales, que cuenta con más de 100 mil textos de la red de centros asociados y Grupos de Trabajo de CLACSO.

-El portal conjunto con la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe (REDALYC), que ofrece acceso abierto a casi 300 mil artículos de 650 revistas de ciencias sociales y humanidades de la región.

-Y también CLACSO TV, que en estos últimos años de pandemia y cuarentenas está teniendo un papel más que destacado, con muchos documentales, entrevistas, clases virtuales y conversatorios.

Entonces, nuestro programa de publicaciones ha sido uno de los canales a través de los cuales nuestras investigadoras e investigadores, intelectuales, académicas y académicos pueden difundir los resultados de sus trabajos, de sus reflexiones e investigaciones, en las distintas áreas del saber.

Vale la pena detenerse en el caso de la Librería Latinoamericana de Ciencias Sociales: tiene más de 30 millones de descargas durante el último año, su acervo se ha ido construyendo, mejorando, multiplicando con los Centros Miembros, pero también en convenios con otras instituciones, como la Biblioteca Ayacucho de Venezuela; la Universidad Nacional de General Sarmiento de Argentina; o el Centro María Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales (CALAS); también coediciones con sellos editoriales comerciales como Siglo XXI de México y Argentina, o, firmado hace muy poquitos días, Blossom Press de China, entre otros.

Al comienzo de esta columna te decía que estamos en esta lucha. ¿Por qué hablamos de lucha? Porque CLACSO y otras instituciones de formación e investigación se encuentran más que comprometidas en promover la democratización del conocimiento, este esfuerzo se lleva a cabo en un contexto de creciente mercantilización del sistema educativo y el sistema académico.

Queremos marcar que justamente esta defensa del acceso abierto y de los repositorios de nuestra Librería Latinoamericana del conocimiento como bien público, en definitiva, también es ir en contra de esta tendencia a la mercantilización del conocimiento y también de los resultados de las investigaciones.

-Los datos que nos das a conocer son realmente muy impactantes, porque habla de una política relacionada con el acceso abierto que está riendo sus frutos en los niveles de impacto de los materiales de acceso al conocimiento y tratar de evitar la lógica de mercantilización de la que tú hablas. ¿Pero qué sucede a nivel mundial con respecto a este tema? ¿Realmente se está pudiendo poner en jaque estas lógicas mercantiles cuando se habla de conocimiento? ¿Cuánto queda de esa lucha de aquí en más para seguir planeando estos temas?

-Me encantaría decirte que queda muy poquito y que estamos triunfando en esa lucha, pero lamentablemente no. Estamos en pleno debate y y en pleno desafío por esa democratización del conocimiento y sobre todo por ir en contra de esas tendencias mercantilizadoras. Se ha avanzado… América Latina y el Caribe en ese sentido son un ejemplo y el trabajo que hace CLACSO también en relación a estos datos que presentaba de la Librería Latinoamericana. Pero queda mucho por hacer, tenemos otras líneas de trabajo que estamos impulsando que van de la mano con la evaluación del conocimiento y la evaluación académica, donde a veces se establece como uno de los requisitos justamente la publicación no en acceso abierto, sino en esas grandes editoriales de revistas que en definitiva están mercantilizando el resultado de las investigaciones.


Arianna Becerril: “Hay que poner en debate la discusión de equidad estructural en el Acceso Abierto”

-¿Por qué se eligió como consigna: “Importa cómo abrimos el conocimiento construyendo equidad estructural”?

-Yo celebro mucho que Spark, la organización que de alguna forma ha fomentado la Semana Internacional de Acceso Abierto, haya elegido a través de su Comité este lema. Porque justamente toca un punto fundamental: estamos a 20 años de la declaración de Budapest que de alguna forma le dio esta formalización al acceso abierto, que si bien ya existía sobre todo en nuestra región latinoamericana, pues no es hasta que llegue esta iniciativa y otras más, por supuesto hubo antes en América La también declaraciones al respecto, pero es cuando se formaliza y se da una visibilidad a nivel internacional de este movimiento.

Entonces, me parece muy importante poner en discusión la equidad estructural y realmente cuestionarnos cómo abrimos el conocimiento: no se trata de lograr el acceso abierto cueste lo que cueste o pese a quien le pese, no se trata de eso. Y ese punto muchas veces lo estamos viendo en otras regiones y en modelos de mercantilización del conocimiento. No importa cómo, el punto es abrir el conocimiento y eliminar las suscripciones, no importando que se estén generando nuevas exclusiones o inequidades en otros puntos de los circuitos de generación de conocimiento.

Entonces, me parece muy importante poner la discusión y el énfasis en la equidad estructural en la discusión internacional. Y no solamente en la discusión internacional, pues debería también llevarse hacia los tomadores de decisiones, hacia las entidades y personas clave en la definición de política científica en la evaluación de la ciencia. Porque es justo ahí en esa palanca, donde podemos avanzar hacia lograr una equidad, una justicia epistémica y que el acceso abierto sea una herramienta que nos permita llegar a lograr esta conversación global de la ciencia, que sin dudas es la que más favorece el desarrollo científico, la mejora de vida, el avance y el progreso de la sociedad.

-Hay lógicas de cerramiento de la información del conocimiento que son totalmente globalizadas y mundiales. Entonces, ¿cuál es tu balance con respecto al Acceso Abierto en este 2021?

-Es un poco preocupante, diría. Yo creo que nuestra región latinoamericana es un referente a nivel mundial en el modelo de Ciencia como Bien Común. Es la comunidad mucho más consolidada que ha avanzado hacia el involucramiento del sector académico de gobiernos del sector público como tal, para sostener la publicación científica y la comunicación científica en general. Pero desafortunadamente el acceso abierto que se viene dando desde las iniciativas de las grandes editoriales que están siendo de alguna forma los actores principales de la comunicación científica en el Norte, sobre en Europa y Estados Unidos, pues han venido consolidando y de alguna forma transformando el acceso abierto a algo que en realidad está trasladando los costos como ya sabemos ahora los actores con el famoso APC. ¿Y qué sucede? Más allá de un problema económico, la respuesta de las editoriales comerciales siempre es “buena”, pero les hacemos descuento a los países en vías de desarrollo, los exentamos del pago. Más allá de la cuestión, se trata de preguntarnos respecto a la privatización del conocimiento y de la difusión científica, qué implicaciones tiene en el desarrollo de la ciencia. Y en ese sentido, hay que ver cuáles intereses son los que están siendo al momento de estar cediendo hacia ese modelo comercial. Y algo que hemos visto son las restricciones que en este tipo de contenidos si bien están alcanzando la apertura, es decir, no tienen suscripción, alrededor de estos contenidos hay muchas dudas y muchos problemas. Por ejemplo restricciones respecto al depósito en repositorios institucionales. Por lo tanto, algo que se publica en abierto de una editorial comercial, no necesariamente tiene toda la apertura en extenso que tendría si se publica de lado no comercial. A su vez problemas de cesión de derechos de autor que siguen existiendo pese a que se pague una pc por publicar, aun así el autor tiene que ceder sus derechos, lo cual pone en duda el futuro del acceso abierto, porque el dueño sigue siendo la editorial comercial y no sabemos en el futuro qué políticas o restricciones vaya a imponer esta editorial como dueña de este conocimiento hacia la apertura. Entonces, hay un tema ahí muy importante, donde me parece muy preocupante respecto al acceso abierto que se logra desde el lado comercial y sus restricciones. Por ejemplo: cuando algo se pone en abierto desde el lado comercial, normalmente esa apertura no te da derecho a la procesabilidad, la minería de datos y textos, aunque pagues por ponerlo en abierto o que pagues unas suscripciones. Entonces, estamos limitando también el alcance del desarrollo de la generación de nuevos conocimientos, porque esta apertura no se lleva a ese 100 por ciento. Entonces, eso hay que preguntarse a 20 años del Acceso Abierto y cuestionarse desde el punto de la evaluación de nuestros gobiernos, nuestras instituciones: ¿Qué estamos haciendo para fortalecer el acceso abierto que va más enfocado a la ciencia como bien común?

-¿Cómo complejiza el hecho de que los investigadores e investigadoras tengan que pagar para poder publicar sus investigaciones y lo tengan que hacer en inglés? ¿Cómo se complejiza a la hora de qué se investiga y qué no se investiga, por ejemplo, en las sociedades latinoamericanas y caribeñas? ¿Cómo condiciona a las investigaciones y publicaciones?

-Tiene que ver con la agenda científica y sobre todo con la comunidad a la cual necesitamos llegar cuando comunicamos el conocimiento. Es decir, al final una revista científica, un repositorio institucional y un libro tienen un objetivo: llegar a resolver probablemente un problema, generar una discusión en una comunidad especialista o general aplicabilidad social de ese conocimiento que se está comunicando. Cuando se limita y se exige la publicación en otro idioma por ejemplo en inglés, probablemente se está dando el alcance de la aplicación de este conocimiento para las comunidades a las cuales deberíamos estar llegando… Y por otro lado, el tema de la agenda científica, donde sabemos que las revistas sobre todo editoriales comerciales tienen agendas muy claras y muy marcadas. Probablemente para que mi investigación sea publicada ahí, yo tenga que cambiar o ajustar temáticas, la disciplina o la especialización de mi investigación para poder colocar un artículo científico en un revista de cierto cuartil, que es donde me exigen las políticas muchas veces de investigación. Entonces, sí, es preocupante que iniciativas como el “Plan S” muestran los resultados que se han visto a dos años de su inicio en Europa, hay una consolidación de los acuerdos transformativos hasta el 300% en algunos países. Es decir, resulta que están teniendo todavía más control las editoriales comerciales de la comunicación científica europea, cuando nosotros que hay otra forma de hacerlo, lo hemos demostrado que es mucho más sano para la comunicación científica, donde se privilegian los intereses de la comunidad. Yo creo que nos toca como comunidad latinoamericana (estamos en esa vía y tiene sentido un llamado) el poder escalar nuestro sistema, que si bien ya es referente a nivel internacional se ha venido degradando en algunos países detrimento precisamente por estar adoptando el modelo comercial. Tenemos que ir más allá, hacer un ecosistema (no me gustaría llamarla regional) de ciencia como bien común, donde publican autores de todo el mundo. Muchas veces cuando hablamos de sistema latinoamericano pensamos que es sólo para nosotros, no es así. Realmente avanzar hacia nuevas formas de evaluación científica a través de la colaboración de plataformas, de sistemas y de iniciativas. En ese sentido, la colaboración que hemos tenido con CLACSO y Redalyc, también Americ y con diferentes instituciones, ha sido fundamental. Yo creo que podemos seguirla fortaleciendo para poder realmente contraproponer a este modelo comercial que desafortunadamente está llevándose gran cantidad de recursos económicos a nivel mundial.

-¿Es posible pensar en generar modificaciones muy profundas que impliquen el acceso abierto y democratización del conocimiento con sociedades que siguen manteniendo lógicas de desigualdad y profundizan cuestiones de neoliberalismo?

-Yo creo que sí. Me ha tocado estar en paneles con ese tipo de contrapartes, al menos hay algo que ellos deberían reflexionar: es una cuestión de mercado y el capitalismo puro. Si lo vemos en términos de lo que pasa en Alemania que ha optado por los acuerdos transformativos y el pago de APC, lo que está sucediendo es fortalecer un oligopolio. Y en términos de mercado, todos sabemos lo que sucede con un oligopolio, ya que va a crear una crisis inflacionaria ahora en el tema de APC. De hecho, no lleva ni tres años y ya se está viendo… Simplemente por hacer un equilibrio en el mercado, es que debería haber una fuerte inversión en el acceso abierto no comercial, porque le resta esa capacidad de control y de poder a las editoriales comerciales. Si son gobiernos o comunidades neoliberales, está muy al final totalmente asociada al conocimiento como una mercancía o producto comercial. Al menos por un asunto de sanidad del mercado, es que se deben apoyar, fortalecer e invertir en el acceso abierto no comercial precisamente para eliminar ese desbalance que hay en este momento ya en el mercado comercial de la comunicación. Entonces, creo que ese argumento lo voltean a ver un poco más en serio, pues es justo lo que sucedió hace 20 años y por eso surgió la declaración de Budapest, porque se dieron cuenta que estaban totalmente captados por el mercado comercial. Y eso es lo que está sucediendo y va a suceder en pocos años ahora con el tema de la PC. Entonces, incluso por un tema de balance, de salud en el sistema capitalista y de comunicación científica, el modelo no comercial tiene que tener un lugar, los recursos y capaz de ser competitivo, como ya lo es en América Latina.


Dominique Babini: “Hay que avanzar en la democratización del conocimiento y escuchar todas las voces”

El acceso abierto está en todas las dimensiones de nuestra vida. Lo pudimos vivir en la pandemia desde el ciudadano informándose en la Web, buscando información sobre todos los tratamientos, todas las noticias y buscando revistas académicas que le ayudaron entender mejor lo que estaba ocurriendo. Y después desde los hospitales transmitiendo datos para la base de datos para informar a nivel internacional y poder hacer un seguimiento, liberando artículos científicos en acceso abierto que hicieron que las vacunas se implementaran mucho más rápido en el proceso. Después, informando los impactos económicos y sociales de la pandemia como se vio en el Observatorio Social de la Pandemia que tiene CLACSO.

Realmente el acceso abierto ha cumplido una función importantísima. Volviendo al tema de este año en “importa cómo abrimos el conocimiento” y “construyamos la equidad estructural”.

Equidad del acceso abierto significa que cuando diseñamos las infraestructuras necesarias para brindar acceso abierto al conocimiento, tenemos en cuenta las circunstancias de quiénes están produciendo conocimiento, de quiénes lo difunden, de quiénes utilizan ese conocimiento académico y científico.

Por ejemplo, cuando creamos plataformas para darle visibilidad y acceso a las publicaciones científicas, tenemos que cuidar quiénes gestionan esas plataformas, porque es muy diferente si lo gestiona el circuito comercial o si lo gestiona la misma comunidad. Cuando se gestionan las infraestructuras se define tecnología. Entonces, quién cuida que sea equitativo el conocimiento al acceso abierto.

La persona que no tiene acceso a buena conectividad pueda acceder igual los PDF con otros formatos como HTML. Es decir, cuestiones técnicas que aseguren una mayor equidad en el acceso a todas esas publicaciones que difundimos. Y después cuando se definen qué contenidos y conocimientos difundir en acceso abierto. Tenemos que ver qué voces estamos excluyendo, quiénes no están presentes en esas plataformas que estamos desarrollando.

Tenemos que buscar una sostenibilidad también equitativa para que todos puedan participar, difundir su conocimiento para que todos puedan acceder a conocimientos en abierto. Por eso es tan importante que la gestión de las plataformas en acceso abierto esté a cargo de la misma comunidad, que no sea tercerizado al sector comercial, a las grandes editoriales comerciales internacionales, porque ellos toman las decisiones orientadas por sus necesidades comerciales y por los intereses de los accionistas y no por los intereses de la comunidad.

-¿Cómo fueron estos 20 años de trabajo de CLACSO con el acceso abierto?

-El tema de la Semana Internacional del Acceso Abierto es la equidad. Cuando CLACSO inició el camino hace 20 años, lo hizo con ese modelo en mente, pero no era la tendencia. La tendencia internacional era el acceso abierto a producción científica y académica en inglés publicado en las revistas científicas de corriente principal. Entonces, nosotros nos encontramos con que en América Latina los conocimientos se expresan en diversidad de formatos, no solo en artículos de revistas científicas y en libros. Tuvimos que decidir en CLACSO de incorporar todos esos formatos y de a poco fueron creciendo las colecciones: un trabajo que se hizo en consulta con los Centros Miembros, un trabajo centralizado cooperativo, las colecciones fueron creciendo y lo más importante fue construir comunidad. La comunidad de editores y biblioteca de la Red CLACSO fuese parte de ese proceso de transición del mundo impreso al mundo digital; y al mundo digital al acceso abierto. CLACSO les comparte buenas prácticas para políticas y para iniciativas de acceso abierto. Y hoy en día en área Editorial de CLACSO junto con la Biblioteca y el área de Comunicación, cuidan esa diversidad de colecciones que está desde los 3.000 libros y sus Centros Miembros que están en acceso abierto: más de 300 mil textos disponibles en la colección CLACSO REDALYC (Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe). Entonces, toda esa producción permitió a CLACSO posicionarse para incidir en políticas en América Latina, dialogando y realizando actividades tan importantes cómo pensar y evaluar la producción científica. ¿Estamos valorando lo que se produce en la región? También acompañar el debate internacional. Pero para eso tenemos que construir y apoyar más voces en la región.



Laura Rovelli: “Desde FOLEC estamos incentivando la valorización de la apertura del acceso abierto y de la ciencia abierta”

Sin dudas, las políticas de evaluación que están basadas en incentivos a la publicación con factor de impacto en ese circuito comercial claramente están reduciendo, limitando y generando mayores desigualdades en la producción y la circulación del conocimiento, en particular en regiones como la nuestra de América Latina y el Caribe, que tienen menos representación en esos circuitos de circulación del conocimiento. Entonces, en ese sentido, reducir el factor de impacto en los procesos de evaluación, empezando por eliminar toda referencia a ese indicador tanto en las convocatorias a financiamiento de investigación como al devaluar las trayectorias de investigadoras e investigadores en la región, sin dudas, es un punto a favor de equidad por el que estamos movilizándonos desde CLACSO y FOLEC para que eso ocurra.

Pero también la apertura y el acceso abierto se fortalecen con la inclusión de dispositivos en la evaluación que contribuyen aquellas poblaciones que han tenido menos representación o que tiene una representación más periférica en el sistema científico, puedan estar mejor representadas en los procesos de devaluación como también instituciones y regiones que tienen menores capacidades científicas. Y que también necesitan estar incluidas en los procesos de producción y circulación del conocimiento.

Entonces, desde FOLEC estamos incentivando la valorización de la apertura del acceso abierto y de la ciencia abierta y de una diversidad de producciones científicas por parte de quienes son evaluados como investigadores, docentes, extensionistas, de una manera mucha más amplia, tanto en las universidades como en los sistemas de evaluación de los organismos de ciencia y tecnología.

También ligado a la equidad está nuestra propuesta de fortalecer el multilingüismo. Sin ir más lejos, tomando en cuenta el índice de citación de la ciencia internacional, allí vemos que las publicaciones en español para el periodo entre 2009 y 2015 son sólo el 0,42 por ciento del conocimiento que circula en ese índice internacional; y en portugués sólo el 0,30 por ciento. Por lo tanto, vemos que en ese circuito toda la riqueza, la diversidad de la publicación de nuestras regiones no están equitativamente representadas y tampoco la riqueza de nuestras lenguas, de nuestra forma de expresarnos culturalmente tampoco está reflejada allí.

Por eso que desde la evaluación promovemos esta apertura del multilingüismo en la comunicación de la ciencia y también, diría, un tercer eje es la bibliodiversidad. Es decir, en particular a que los libros una tradición de publicación y de comunicación científica muy valiosa y de larga data en las ciencias sociales y humanidades, pueda ser valorizada en los procesos de evaluación. Y para eso necesitamos que esos libros estén en acceso abierto, que tengan una evaluación de pares y que estén en disponibilidad para también generar indicadores sobre esa diversidad de la producción que tenemos allí.

En definitiva, la equidad se nutre de una evaluación responsable con indicadores de investigación inclusivos respecto al género, al acceso abierto, a la ética, a la extensión como la denominamos en América Latina o a la vinculación con la sociedad y de un uso situado en cada una de las instituciones de los países de nuestra región.

Así que un poco a todo eso, apuntamos con la idea de equidad en la evaluación de la investigación para fortalecer el acceso y la ciencia abierta.


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