Miradas latinoamericanas a la educación en tiempos de pandemia

Conversatorio de CLACSO, UdeA y UNLP
La actividad inauguró la primera de 6 conversaciones que integrarán el Ciclo Internacional de conversatorios: educación y humanidad en tiempos de pandemia, perspectivas multisituadas, organizado por CALCSO, la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional de la Plata, centros asociados al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.
El panel estuvo integrado por: Myriam Southwell (Directora Provincial de Educación Secundaria de la Provincia de Buenos Aires y profesora de la UNLP), John Jairo Arboleda Céspedes (Rector de la Universidad de Antioquia) y Karina Batthyány (Secretaria Ejecutiva de CLACSO). La moderación estuvo a cargo de Nicolás Arata (CLACSO) y de Néstor David Restrepo Bonnett (Asesor y consultor en educación). Arata sostuvo que éste, el primer de seis conversatorios programados, “es la extensión de numerosos diálogos que venimos manteniendo en paralelo las y los que nos interesa la educación, no es un diálogo que comienza con la pandemia” y llamó a “articular juntos ideas e iniciativas” entendiendo que “América Latina y el Caribe están en condiciones de aunar esfuerzos para redefinir la ecuación sociedad-Estado… y sentar una posición común y compartida para enviar un mensaje al mundo”.
En su exposición, Myriam Southwell puso el acento en que “una vez más, es necesario pensarnos como colectivo, aquello que podamos ir generando para traspasar esta difícil situación y cómo volveremos después de ella, y además, pensarnos en un vínculo de mayor reciprocidad, de mayor reconocimiento y colectivo.” Destacó luego el rol de los educadores y las educadoras para “reflexionar sobre las crisis, sobre las rupturas que se plantean en una situación como ésta, a fin de poder permitir cierta idea de continuidad para que se haga posible; y en eso se juega una ética vinculada a la transmisión que nosotros encarnamos en tanto educadores cotidianamente”.
Luego, Karina Batthyány subrayó, entre otros conceptos, que “sabemos que esta pandemia ha afectado a nivel mundial y también en nuestra región, la asistencia directa a los establecimientos educativos de niños, niñas, adolescentes, jóvenes. Este punto es particularmente interesante porque nos remite a una discusión que, para quienes venimos del campo de los estudios de género, de los estudios feministas, discutimos la relación y coexistencia entre lo productivo y lo reproductivo. Eso se daba obviamente en las sociedades sobre todo preindustriales; bueno, ahora parece que estamos, por un paréntesis, por un tiempo, retornando a ese momento en el que todo se centra en un mismo espacio físico que es el hogar. Lo productivo, el teletrabajo, lo reproductivo y las tareas escolares o de educación escolar principalmente.”
Asimismo, planteó que “esto además nos interroga sobre el agravamiento de los derechos educativos, donde una de las discusiones centrales que parecen no estar en la preocupación de quienes están haciendo las políticas en el marco de esta emergencia, es cuál es la importancia material y simbólica de la escuela, será que realmente podemos trasladar todo a los hogares y dónde quedó ese componente de interacción, ese componente material y simbólico asociado a la escuela.”
Y concluyó: “Que esta crisis, en definitiva, sea una oportunidad para fortalecer también la calidad de la democracia en el sentido amplio de la palabra, la democracia esa que comienza también en lo cotidiano, en nuestro vínculo del día a día y, por supuesto, hasta los niveles más agregados de lo social. Que esta crisis sea también una oportunidad para pensar el acceso universal a los bienes comunes, donde está la educación y donde tiene un lugar destacado la defensa de la educación como un bien común, es decir de la educación pública y la educación para todos y para todas. Pero no sólo de la educación sino también de la salud, el trabajo, de los cuidados…”
A su vez, John Jairo Arboleda Céspedes analizó que “tenía que venir una partícula ni siquiera microscópica, una partícula del rango de las 1000ª parte de un millón, para igualarnos en el mundo, para ponernos en una situación absolutamente compleja pero común para todas y todos, que finalmente logró lo que no se había logrado: que todo el mundo estuviera pendiente y atento a la situación que había generado esta pandemia. Una pandemia que, por supuesto, responde precisamente a la necesidad de ser un poco más amables como habitantes con esta tierra. Y finalmente servirá para que, como un solo ciudadano, como una sola sociedad, logremos responder de la mejor manera. En nuestro país, en Colombia específicamente, tenemos retos absolutamente enormes cada vez que suceden asuntos como este… Se revelan las enormes desigualdades que existen, que subyace a la vida, a los ritmos de vida que tenemos la mayoría de los habitantes de nuestras ciudades, de nuestros departamentos, en nuestros países, y lo que hacen estas situaciones es que revelan esas enormes desigualdades y esas enormes dificultades para tratar de enfrentar como un solo ciudadano esta situación. Lo otro es que se revela de buena manera la enorme deficiencia que tienen los bienes públicos y las enormes fragilidades de los bienes públicos.”
Cerrando el Conversatorio, Néstor Bonnet agradeció “a las 768 personas que participaron en el zoom y a las más de 12.000 mil que siguieron la charla por youtube desde Argentina, Brasil, Canadá, España, Costa Rica, México, Alemania, Perú, Venezuela, Bolivia, Ecuador y de diferentes regiones de Colombia.”

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