Reconocimiento a Marta Casaús Arzú

 Reconocimiento a Marta Casaús Arzú

Por: Marisa G. Ruiz Trejo*

La Feria Internacional del Libro de Guatemala (FILGUA 2025) fue escenario de un merecido homenaje a Marta Elena Casaús Arzú, pensadora crítica guatemalteca, cuya obra ha marcado un hito en los estudios sobre racismo estructural, poder, memoria y nación en Centroamérica y América Latina. A propósito de este merecido homenaje, la FILGUA, celebrada del 1 al 13 de julio de 2025 en el Foro Majadas de Ciudad de Guatemala, se transformó en un espacio de diálogo profundo sobre temas históricamente confinados a los márgenes: el racismo estructural, las heridas del genocidio, la violencia contra las mujeres, y la discriminación cotidiana. Más allá del homenaje en sí, la feria se transformó en una plataforma colectiva de pensamiento crítico que convocó a académicos, estudiantes, tomadores de decisiones, artistas y activistas, marcando un hito en la reivindicación del pensamiento latinoamericano comprometido y transformador.

Este reconocimiento a Marta Casaús Arzú ocurre en sintonía con múltiples iniciativas regionales que buscan visibilizar el papel transformador de las mujeres en las ciencias sociales críticas. Entre ellas, destaca nuestro proyecto de investigación “Pensadoras críticas y las crisis de libertad académica en Chiapas y Centroamérica”, de la Beca para el Fortalecimiento de la investigación comparada y el pensamiento crítico en el marco de la libertad académica en las Américas, impulsada por CLACSO-CLAA[1], que coordino desde Universidad Autónoma de Chiapas; con la colaboración de Ana Lucía Ramazzini (FLACSO, Guatemala) y Tania Mata Parducci (Centro de las Artes para la Paz de El Salvador), con el objetivo de reconstruir genealogías de pensadoras críticas de América de América Latina y denunciar las crecientes amenazas a la libertad de pensamiento en la región.

El legado de Marta Casaús Arzú reivindica el papel central de las mujeres en la producción del pensamiento crítico latinoamericano. Reconocer su trabajo es también distinguir la urgencia de desplazar el centro del saber hacia las voces históricamente silenciadas y afirmar que pensar desde el compromiso sigue siendo una poderosa forma de resistencia.

Marta Elena Casaús Arzú ha sido formadora de generaciones de investigadores e investigadoras, así como referente insoslayable en el campo de las ciencias sociales críticas latinoamericanas. Su trabajo conjuga el rigor metodológico con una ética del compromiso intelectual, demostrando que la investigación académica puede y debe funcionar también como acto de disidencia, servicio público y acción política.

Diálogos intergeneracionales en honor a una pensadora comprometida

Los días 4 y 5 de julio se llevaron a cabo las jornadas de reflexión “Memoria, Nación y Racismo”, que reunieron a destacadas voces del ámbito académico e intelectual, comprometidas con la recuperación de la memoria histórica, la construcción democrática de la nación y la denuncia del racismo estructural.

Una de las sesiones más significativas del 4 de julio fue “Las otras caras del racismo”, que contó con la participación de intelectuales mayas como Victoria Tubin Sotz, Delfina Mux Caná, Lina Barrios y Bertha Zapeta, cuyas intervenciones visibilizaron la persistencia del racismo epistémico y estructural desde perspectivas situadas. Así también la mesa “Racismos, disciminaciones y desigualdades”, moderada por Yolanda Aguilar, contó con la presencia de Glenda Ixtabalan, Fernando Us y María Elisa Velázquez.

El 5 de julio se presentó una selección de las obras fundamentales de Marta Casaús Arzú, centradas en los vínculos entre racismo, genocidio y nación. Participaron en este espacio los investigadores Raxche’ Rodríguez Guaján, Demetrio Cojtí, Luis Alberto Padilla y Jorge Ramón González Ponciano, quienes analizaron la vigencia y profundidad crítica de su producción intelectual. Paralelamente, el panel “Arte y memoria”, coordinado por la investigadora Patricia Arroyo Calderón (UCLA), convocó a artistas y gestores culturales como Mayarí de León, Miguel Ángel Oxlaj Cúmez, Carlos Fredy Ochoa y Edgar Sajcabún. La intervención de Mayarí de León, hija del escritor desaparecido Luis de Lión, subrayó la potencia del arte como vehículo de resistencia y memoria viva, resaltando el trabajo del proyecto cultural Luis de Lión en San Juan del Obispo.

El acto central del homenaje tuvo lugar el 10 de julio y reunió a figuras relevantes del ámbito académico y cultural, así como a familiares de la homenajeada (Andrés, Tatiana, Alejandra y María Hurtado de Mendoza). Estuvieron presentes destacadas investigadoras como María Teresa Giraldez, Patricia Arroyo Calderón, Irma Alicia Velásquez Nimatuj, Rolando Castillo, Raúl Figueroa Sarti y Diana López de Sánchez, directora de la FILGUA. Este acto constituyó no solo un reconocimiento individual, sino también una afirmación colectiva de justicia epistémica hacia una pensadora comprometida con la transformación social.

Durante toda la feria, se vivieron momentos de encuentro, diálogo y renovación de compromisos con el pensamiento crítico. Participaron colegas, exalumnos e investigadores vinculados a las ciencias sociales y las humanidades críticas latinoamericanaas, entre ellos Patricia Arroyo Calderón, Georgina Hernández Rivas, Gloria Graterol, Juan Manuel Ledezma y yo, quienes nos sumamos al reconocimiento de una figura que ha sido maestra, guía y referente intelectual para varias generaciones.

FILGUA 2025 no fue solo una celebración del libro, sino una acción colectiva de memoria y resistencia, que visibilizó el valor de una vida consagrada a denunciar el racismo estructural, reivindicar la memoria histórica y defender una ciencia social comprometida con la dignidad de los pueblos.

El poder del pensamiento crítico y el acecho a la libertad académica

La trayectoria de Marta Elena Casaús Arzú trasciende los homenajes convencionales por su rigor académico, compromiso ético y valentía política. Desde los años ochenta, su obra ha tendido puentes entre historia y memoria, investigación y acción, con aportes fundamentales para el pensamiento crítico de las élites dominantes y del racismo, tal como el emblemático libro Guatemala: Linaje y racismo (1992)  o el monumental Diagnóstico del racismo en Guatemala: investigación interdisciplinaria y participativa para una política integral por la convivencia y la eliminación del racismo, en seis volúmenes, orientado a transformar las estructuras de exclusión mediante políticas públicas.

En un contexto regional marcado por violencia, despojo y censura de la libertad académica, su figura representa una defensa activa de la justicia y la memoria, como lo evidencian sus peritajes en procesos judiciales emblemáticos como el caso Sepur Zarco contra agentes de estado por esclavitud doméstica, violación y violencia sexual de mujeres q’eqchi’, y el juicio por genocidio contra Efraín Ríos Montt. En este escenario, muchas voces disidentes han sido silenciadas, perseguidas, torturadas, encarceladas, forzadas al exilio e incluso asesinadas, lo que ha producido serias amenazas a la producción crítica de pensamiento y a la libertad académica de las mujeres diversas.

A lo largo de su vida académica, Marta Casaús ha puesto su voz, su tiempo y su conocimiento al servicio de quienes han sido históricamente silenciados. Desde una ética radical de compromiso, ha trabajado junto a pueblos originarios y mujeres sobrevivientes de violencia sexual, enfrentando sin concesiones los mecanismos de impunidad y olvido. Su legado no es únicamente teórico: es profundamente político y ético.

El reconocimiento a Marta Casaús Arzú es también una afirmación del lugar que las mujeres han ocupado en la producción del pensamiento crítico en Centroamérica y América Latina. Se trata de reconocer que sus voces no son marginales, sino centrales y que su producción epistémica constituye un corpus fundamental para repensar el presente y construir futuros más justos.

El legado de Marta Casaús Arzú, profundamente político y ético, reivindica el papel central de las mujeres centroamericanas en la producción del pensamiento crítico en América Latina. Reconocer su trabajo es también distinguir la urgencia de desplazar el centro del saber hacia las voces históricamente silenciadas, y afirmar que pensar desde el compromiso sigue siendo una poderosa forma de resistencia.


[1] https://cafa-claa.org/es/becas/mexico-pensadoras-criticas-y-las-crisis-de-libertad-academica-en-chiapas-y-centroamerica/


* Antropóloga, investigadora, periodista y activista feminista mexicana


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