«La CELAC rechazó la imposición de medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional»

 «La CELAC rechazó la imposición de medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional»

Transcripción de la columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 16 de abril de 2025

El pasado 9 de abril se reunió en Tegucigalpa, capital de Honduras, la Novena Cumbre de Jefes y Jefas de Estado y de gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que agrupa a 33 países de América Latina y el Caribe. La importancia de este encuentro, en el momento actual de grandes convulsiones a nivel regional y en el mundo, estuvo dado por la presencia de once jefes de Estado, entre ellos Lula da Silva de Brasil, Claudia Sheinbaum de México, Gustavo Petro de Colombia, Miguel Díaz-Canel de Cuba, Yamandú Orsi de Uruguay y Bernardo Arévalo de Guatemala, además de la anfitriona Xiomara Castro.

Fue precisamente Xiomara Castro quien al abrir el encuentro le dio el tono, llamando a la unidad y a la defensa de los pueblos de la región frente al colonialismo de las grandes potencias y como respuesta a la guerra comercial y arancelaria desatada en estos días por Donald Trump, Presidente de Estados Unidos. Su propuesta tuvo eco en su par colombiano, Gustavo Petro, quien advirtió que si caemos en la trampa de resolver los problemas cada uno por su cuenta, vamos derecho a la destrucción. Entre otros mandatarios, Yamandú Orsi de Uruguay y Bernardo Arévalo de Guatemala respaldaron las propuestas de integración regional como respuesta clave y central a las crisis.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aprovechó la cita para convocar a una Cumbre por el Bienestar Económico de América Latina con el objetivo de avanzar en una mayor integración económica regional sobre la base de la prosperidad compartida y el respeto a las soberanías de cada país y a los acuerdos comerciales de cada uno.

En la misma línea, el presidente brasileño Lula da Silva recordó que la historia enseña que las guerras comerciales no tienen vencedores, y alertó que América Latina y el Caribe enfrentan hoy uno de los momentos más críticos de su historia, en el que su autonomía está en jaque frente a intentos de restaurar antiguas hegemonías.

Otro de los grandes temas de la Cumbre fue el rechazo a la política norteamericana de persecución de migrantes, con expulsiones masivas de personas indocumentadas hacia sus países de origen, a Guantánamo o a una mega cárcel en El Salvador. El presidente Petro incluso comparó a los migrantes esposados con los esclavos africanos que llegaron encadenados al continente en la época de la colonización. De este tema, CLACSO viene hablando de manera reiterada y lo seguiremos haciendo para sostener que la migración es un derecho de todos y todas. La movilidad humana es una de las grandes problemáticas de nuestra época. Afecta a millones de personas en Nuestramérica y en otras partes del mundo y tiene que ver con política, economía y también con la cuestión del cambio climático.

Al cabo de una jornada de debates, la declaración final de la CELAC la semana pasada rechazó por amplia mayoría la imposición de medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional, texto que fue impugnado por el representante del presidente argentino Javier Milei, uno de los grandes aliados de Trump en la región, en desacuerdo con el apartado que alude a los aranceles aduaneros impuestos por la Casa Blanca.

Tampoco adoptó el documento final Paraguay, por la referencia en el texto a la “igualdad de género” que el representante del presidente Santiago Peña pretendió reemplazar por “igualdad entre hombres y mujeres”.

Otro de los temas que sobrevoló la Cumbre de la CELAC es la situación de Panamá, con la descarada ofensiva de la administración norteamericana para recuperar el control sobre el estratégico canal bioceánico. Esto valió un comunicado del Comité Directivo de nuestro Consejo, advirtiendo, entre otras preocupaciones, que el gobierno panameño se muestra cooperador y entreguista frente a las agresiones imperialistas de Donald Trump y que la reciente firma del memorando de entendimiento entre ambos países no solo es inconstitucional y viola el Tratado de Neutralidad del Canal, sino que permite el retorno de las bases militares y representa un retroceso en la lucha del pueblo panameño por su soberanía.

En efecto, ni bien asumido en enero, Trump apuntó todas sus baterías en dirección al Canal de Panamá, vía navegable que recuperó su soberanía plena en 1999, torciendo el brazo a las actuales autoridades del país centroamericano para que traspasaran el control de los puertos del canal a un consorcio liderado por el administrador de fondos estadounidense BlackRock, o sea nada menos que uno de los grandes fondos buitres que tanto daño le vienen causando a las llamada economías emergentes.

Cuando, anticipándose a lo que se venía, Colombia propuso en el marco de la CELAC un proyecto de respaldo al gobierno del presidente de Panamá José Raúl Mulino, nuevamente fue el argentino Javier Milei quien se opuso, reafirmando su alineamiento con los Estados Unidos y a contramano de la tradición histórica de defensa de la soberanía en América Latina y el Caribe frente a la injerencia de otras potencias. Y si hablamos de Argentina nos referimos a un país que tiene un litigio histórico con el Reino Unido por las Islas Malvinas, tema deshonrado por el propio Milei al llamar “malvinenses” a los ilegítimos ocupantes kelpers y cuya recuperación volvieron a pedir varios mandatarios en la reciente cumbre de la CELAC.

Los llamados a la unidad, a cerrar filas entre pueblos y gobiernos democráticos expresados en Tegucigalpa son pasos imperiosos que no se pueden dilatar. Lo dijimos y lo repetimos: transitamos una época de grandes y vertiginosos cambios que pueden volcarse hacia más libertades o hacia más autoritarismo, la disputa está al rojo vivo. Y depende de todos y todas que trabajemos por mayor bienestar e igualdad para que la balanza se incline de una vez por todas del lado de la justicia social y del progresismo, en síntesis: el fortalecimiento de la democracia en nuestra región.

Este tema, al igual que los que venimos tratando en el InfoCLACSO en los últimos tiempos, será prioritario en distintas mesas, paneles y talleres durante nuestra X Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales #CLACSO2025 que se realizará a partir del 9 de junio, en Bogotá, Colombia.

– Muy pocos años después de la recuperación del Canal de Panamá y con un cambio político de por medio se intenta dar marcha atrás a una situación central de la soberanía regional, ¿no?

– Absolutamente. Vamos apenas un cuarto de siglo y ya este tema está nuevamente en entredicho con intentos imperialistas de colocar las manos en el Canal.


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