«La elección en Uruguay es entre dos modelos de país»

 «La elección en Uruguay es entre dos modelos de país»

Transcripción de la columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 20 de noviembre de 2024

Estamos en Washington, Estados Unidos, participando de la III Conferencia de la Coalición por la Libertad Académica en las Américas (CAFA-CLAA). Se trata de una nueva iniciativa que CLACSO viene desarrollando junto a estas instituciones, donde recientemente realizamos una convocatoria abierta para avanzar en investigación, plantear cuáles son las principales dimensiones a considerar cuando hablamos de proteger la libertad académica, sus principales desafíos y algunas políticas que se pueden impulsar en nuestra región.

Segunda vuelta electoral en Uruguay

Este domingo estaré de regreso en Uruguay para ejercer el derecho al voto en el balotaje, parte del proceso de la consolidación democrática. El 24 de noviembre, tendremos la segunda instancia de la elección presidencial 2024, disputada entre los candidatos Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del Partido Nacional y de la autodenominada Coalición Republicana. Las dos fórmulas presidenciales tienen mujeres como candidatas a vicepresidentas, Carolina Cosse y Valeria Ripoll respectivamente.

Pero no es solamente una elección entre estas figuras, sino dos miradas o modelos de país que determinarán las políticas sociales, económicas y culturales de los próximos cinco años en el Uruguay. Tenemos que preguntarnos qué es lo que está en juego y qué es lo que se vio en el marco del último debate entre los dos candidatos a presidente el domingo pasado.

Por un lado, el modelo de país de Álvaro Delgado es básicamente la continuidad gubernamental. Este candidato se presenta como el heredero político de Luis Lacalle Pou y centra sus ideas en mantener las principales líneas de reformas liberales con todo lo relativo al control fiscal, las inversiones privadas y la discusión del sistema de seguridad social que vienen siendo impulsadas por el gobierno actual. Se plantea fortalecer las alianzas comerciales internacionales, especialmente con la Unión Europea y China. La seguridad también es un tema que está sobre la mesa, donde propone aplicar una política de mano dura con énfasis en el componente de la represión y control a la delincuencia y al narcotráfico.

Por el otro lado, tenemos la propuesta de cambio (en muchos sentidos) del Frente Amplio, liderado por Yamandú Orsi. Su principal consigna es un cambio seguro que modifique lo que él considera un estancamiento actual en nuestro país en áreas claves como la reducción de las desigualdades, el reforzamiento del rol del Estado como garantes de los derechos sociales en materia de salud, educación y vivienda, y una política internacional orientada a la integración regional para promover el Mercosur y otros espacios multilaterales.

En el debate presidencial, que tuvo lugar el pasado 17 de noviembre, quedó claro el planteamiento de los dos modelos de país en términos de estilos y enfoques de cada candidato.

Yamandú Orsi destacó algunos logros de las gestiones frenteamplistas en materia de la reducción de la pobreza y de la desigualdad y la ampliación de derechos sociales. Además, criticó la falta de algunos resultados concretos de la gestión actual de Lacalle Pou, especialmente en materia de empleo y seguridad, argumentando que el país necesita políticas más inclusivas.

El candidato oficialista y representante del Partido Nacional se centró en defender la gestión de Lacalle Pou y subrayó algunos avances en materia de inserción internacional, la mejora en infraestructura y de la seguridad pública. También gastó mucho tiempo en hablar de los gobiernos anteriores del Frente Amplio acusándolo de ser incapaz de gestionar una economía moderna. Dijo que un triunfo de la propuesta encabezada por Orsi implicaría un claro retroceso para el país.

Quedó muy claro que los temas principales de la campaña son efectivamente las desigualdades y cómo reducirlas, pero con dos miradas distintas. Temas como la educación, el desarrollo científico y tecnológico, la integración regional y el multilateralismo, la seguridad y los derechos humanos fueron los ejes en torno a los cuales se organizó el último debate presidencial.

En términos de propuestas, no quiero dejar de mencionar que en ninguno de los dos casos estuvo presente la cuestión de género y la vinculada a los derechos de las mujeres y las disidencias. Dichos temas prácticamente no formaron parte del debate electoral. A ninguno se le escuchó manifestar preocupación sobre el tema de la violencia basada en género o de los femicidios.

Esto no es porque la situación de género haya mejorado en los últimos años en Uruguay sino todo lo contrario. Sin ir más lejos, en 2019 el número total de mujeres asesinadas fue 47 y en 2023 aumentó a 59.

Por otra parte, en lo que refiere al Sistema Nacional de Cuidados, en 2019, último año de gobierno del Frente Amplio, había 950 personas a ser evaluadas para convertirse en beneficiarias o beneficiarios, mientras que hoy hay 6700. Es decir que hubo un aumento de 5750 personas en espera para beneficiarse de este sistema en el que Uruguay ha sido una referencia. Además, hay un aumento en el porcentaje de hogares pobres encabezados por mujeres (7,5 en 2019 frente a 8,8 en 2023).

En definitiva, el domingo 24 de noviembre se elige entre dos modelos que están en disputa, uno de profundización de gobierno actual marcado por una lógica liberal y por políticas económicas de tipo neoliberal y otro que propone un retorno a las políticas de ampliación de derechos para todos y para todas y la reducción de las desigualdades en el Uruguay.

– Me quedo con un poco de preocupación con respecto a las temáticas de género que no estuvieron presentes en el último debate presidencial, siendo tan centrales la cuestión de los femicidios y el sistema de cuidados, ¿no?

– Absolutamente. Tampoco fueron temas muy presentes en general en toda la campaña electoral y fueron llamativamente ausentes en el último debate presidencial.

Todas las encuestas electorales, sin excepción, dan una victoria estrecha para el candidato del Frente Amplio Yamandú Orsi. Veremos qué ocurrirá este domingo 24 de noviembre en Uruguay.

Por último, quiero remarcar que en la primera vuelta de estas elecciones presidenciales, a diferencia de otras ocasiones, no fue grande el contingente de uruguayos y uruguayos que retornaron al país para votar desde nuestros países fronterizos. Nada hace suponer que esa conducta vaya a cambiar ahora en la segunda vuelta. Uruguay es el único país de la región que todavía no reconoce el derecho al voto de sus ciudadanos y ciudadanas que se encuentran fuera de su territorio, una materia pendiente.


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