En defensa de la vida y el derecho a la comunicación en Palestina: ¡Alto el fuego ya!

 En defensa de la vida y el derecho a la comunicación en Palestina: ¡Alto el fuego ya!

A cinco meses del inicio del genocidio en Palestina, las muertes suman más de 30.000; aproximadamente el 70% de quienes perdieron su vida eran mujeres o niños. Cerca de 1,5 millones de personas se encuentran en condición de desplazadas al sur de la Franja de Gaza, territorio caracterizado inicialmente como “seguro” por las fuerzas israelíes y que hoy también se encuentra bajo asedio. Allí y en toda Palestina, el hambre amenaza la vida de quienes consiguen sobrevivir a las constantes bombas. Esta tragedia también se está produciendo en el ámbito de la comunicación. Según la Federación Internacional de Periodistas, en cinco meses han muerto más de 100 trabajadores de la prensa palestina. Trece mujeres trabajadoras de la comunicación ya han perdido la vida en Gaza. También cuatro periodistas israelíes y tres libaneses. Por eso, en el marco del 8 de marzo, la federación se manifiesta por la seguridad y el fin de las atrocidades de la guerra, incluida cualquier forma de violencia de género contra las mujeres.

El asesinato de periodistas y comunicadores es también una de las formas de impedir el acceso a la información sobre lo que ocurre. Se trata, por tanto, de una violación del derecho a la comunicación, del derecho a recibir y circular información, que es fundamental para la vida democrática. Otra manera de atentar contra el trabajo periodístico es la persecución de profesionales: según datos del Comité para la Protección de los Periodistas [1], en 2023 fueron detenidos 17 trabajadores de la comunicación, lo que le valió a Israel ser incluído por primera vez en la historia entre los países que más periodistas encarcelan en el mundo.

El trabajo de los periodistas también se ve limitado por Israel a través del control de acceso a la región atacada, que si bien es una estrategia anterior a octubre de 2023, se ha visto gravemente endurecida. Numerosos colectivos de periodistas, como Reporteros Sin Fronteras, han denunciado la situación[2]. Recientemente, 50 trabajadores de televisiones británicas y estadounidenses escribieron a los gobiernos israelí y egipcio para exigir “acceso libre y sin trabas” a Gaza para los medios de comunicación extranjeros[3], poniendo de manifiesto las contradicciones que rodean la labor periodística y la importancia de la autonomía, en el terrible contexto del ataque del ejército israelí a personas hambrientas que buscaban comida en una zona supuestamente segura.

Asistimos, pues, a un capítulo más de una historia que, a través de la prensa y otros espacios de producción simbólica, como los libros escolares, promueve una batalla simbólica que se vale de la deshumanización, la manipulación y la desinformación para viabilizar el exterminio del pueblo palestino.

Todo este asedio, erigido mediante las más diversas formas de violencia, es funcional a la operación de manipulación mediática de Israel y sus aliados para impedir que el mundo conozca el genocidio sobre el pueblo palestino. Los medios de comunicación hegemónicos, sumisos a los intereses capitalistas, están unificados en su defensa del Estado sionista y de su proyecto de colonización. Las justificaciones se repiten a cada paso, construyendo incluso formas de narración destinadas a poner en duda el origen de los asesinatos y la destrucción en Gaza. El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuestionó la cifra de muertos facilitada por el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, al que la prensa siempre se refiere como “controlado por Hamás”, como una forma de quitarle credibilidad. Estos mismos medios excluyen las voces palestinas de las noticias.

Esta política, que conocemos desde el siglo XX, se ha visto reforzada en un escenario en el que las plataformas digitales adquieren protagonismo en relación a la circulación y visibilización de información. En este sentido, se ha señalado con frecuencia acerca de la suspensión de cuentas o las limitaciones impuestas para la publicación de contenidos sobre Palestina. Organismos de Derechos Humanos denuncian[4] la utilización discriminatoria de mecanismos de moderación de contenidos que generan un “apagón” en relación a información, discursos y opiniones publicados en defensa de los derechos de la población atacada.

Las empresas tecnológicas se encuentran en el foco de la atención y la crítica por producir tecnologías de información y comunicación, en general, e Inteligencia Artificial, en particular, como herramientas al servicio del genocidio. En contra de eso, iniciativas como No Tech For Apartheid impulsadas por trabajadores de Google y Amazon vienen denunciando, desde hace más de dos años, los usos de estos desarrollos para permitir el apartheid, la limpieza étnica y el colonialismo.en el marco de proyectos como Nimbus[5].

Sin embargo, la propia dinámica interactiva en que se basan las plataformas, visibiliza la centralidad de los movimientos y colectivos que producen comunicación popular. Así, mientras los medios hegemónicos insisten en deshumanizar y deslegitimar, son los periodistas y comunicadores quienes, a través de las redes sociales, muestran las imágenes de destrucción, pero también las historias de vida que se intentan silenciar.

Desde el Grupo de Trabajo CLACSO Economía política de la información, la comunicación y la cultura nos sumamos a la reivindicación de la Federación Internacional de Periodistas en este 8 de marzo, Día Internacional de la Lucha de las Mujeres, y reiteramos también todas las demandas de alto al fuego inmediato en Gaza. Entendemos que lo que allí está ocurriendo es tanto un proceso histórico de colonización y opresión, como el signo de la crisis capitalista del momento actual, que utiliza la violencia más cruel para imponer sus intereses. Frente a ello, reafirmamos la soberanía de los pueblos, la solidaridad y el deseo de transformación de la sociedad. De nuestra parte, todo ello nos muestra el papel fundamental de los estudios de comunicación, que pueden contribuir no sólo a comprender, sino a transformar esta realidad, a través del pensamiento y la acción crítica.


[1] Disponible: https://oglobo.globo.com/mundo/noticia/2024/01/18/israel-entra-na-lista-de-paises-que-mais-prendem-jornalistas-pela-primeira-vez-na-historia-veja-ranking.ghtml
[2] https://www.rsf-es.org/palestina-israel-asfixia-al-periodismo-en-gaza/
[3] Disponible: https://www.rfi.fr/br/mundo/20240228-jornalistas-brit%C3%A2nicos-e-americanos-pedem-que-israel-libere-acesso-da-imprensa-internacional-a-gaza
[4] https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/10/global-social-media-companies-must-step-up-crisis-response-on-israel-palestine-as-online-hate-and-censorship-proliferate/
[5] https://www.notechforapartheid.com/

18 de marzo de 2024
Grupo de Trabajo CLACSO
Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura

Este texto expresa la posición del mencionado Grupo de Trabajo y no necesariamente la de los centros e instituciones que componen la red internacional de CLACSO, su Comité Directivo o su Secretaría Ejecutiva.